27 años

Mayerlin Andrea Cruz Rodríguez

Fue asesinada a tiros en el barrio el Caney, en Cali, Valle del Cauca, cuando intentó detener un robo a vivienda. Su padre también fue asesinado en el hecho.

Fuente: 90 minutos, HSB Noticias y Observatorio de Feminicidios Colombia.

Mayerlin Cruz, la médica de vocación férrea

Agradecida, Mayerlin le tomó una foto a los regalos que le habían dado sus pacientes ese sábado: unas sandalias negras con florecitas, un par de aretes de fantasía de colores —empacados en una cajita azul—, y un par de manzanas rojas que se comió con agrado antes de llegar a casa ese día. Sonriente, abrió el chat que tenía con su hermana Margiee y le envió la foto que acababa de tomar. —Mirá lo que me regalaron —le dijo—. No era la primera vez que recibía regalos de sus pacientes, por su trato hacia ellos.

Mayerlin sentía que su ética profesional estaba por encima de las regulaciones institucionales del centro de salud en el que trabajaba. Y así lo contó su hermana Margiee:

“A Maye le costaba reducir a veinte minutos la consulta con sus pacientes. —Es que yo no puedo dejar ir a una persona, sabiendo que depronto no la voy a volver a ver, y no recetarle todo lo que sé que puede hacerle bien —me decía—. Un día, incluso, le llamaron la atención porque había un tope que no podían sobrepasar y ella era de las médicas que recetaba más medicamentos. Pero ella, obvio, lo hacía con la intención de ayudar a sus pacientes y ellos se lo agradecían con detalles, frutas, aretes o ropa. Ese tipo de cosas hacía que ella sintiera satisfacción por hacer las cosas bien.

Ese día, el que la regañaron, Maye llegó súper triste a la casa, era muy emocional y se tomaba su trabajo muy en serio. De hecho, llegó a desahogarse con mi mamá, mi papá y dos primas con las que vivíamos, en un espacio que había creado desde tiempo atrás y que llamó ≪espacio de catarsis≫. Nos sentábamos en el comedor y de repente: —Por favor escúchenme porque tengo que hacer catarsis o si no me voy a estresar más —decía—. Y se enojaba si sentía que no la escuchábamos porque estábamos en el celular. —¡Préstenme atención que necesito sacar esto! —insistía—.

Ella tenía jornadas de trabajo muy largas, de seis de la mañana a seis de la tarde y a veces se quedaba otro rato en alguna consulta. Se notaba en sus ojitos el cansancio. Ella usaba unas gafitas de marco grande que le quedaban hermosas. Al principio decía que se veía como una viejita, pero se veía hermosa. Era muy clasiquita y se aplicaba lo básico del maquillaje: polvitos, lápiz en los ojos, pestañina y ya. No se estilizaba las cejas y yo peleaba con ella porque casi no se las arreglaba, jajaja. Incluso me contó que había una doctora que llegaba al trabajo súper arreglada y me decía: —Yo prefiero dormir una hora más que maquillarme —.

Cada vez que Maye llegaba a la casa, a las 7 p.m. entre semana y a la hora del almuerzo los sábados, yo escuchaba el pito de su carro y bajaba al primer piso de la casa a saludarla, a comer con ella, escuchar su espacio de catarsis. Luego subíamos a la habitación. Maye y yo eramos muy muy unidas. Ella se sobrepasó de su rol como hermana y llegó a ser como una mamá para mí.”

Margiee Cruz Rodríguez, hermana.

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Según Margiee la Fiscalía abrió investigación el 8 de abril de 2020 por el asesinato de Mayerlin y su papá, junto con los hechos que precedieron a los homicidios. Según la Fiscalía, dos de los responsables ya recibieron imputación de cargos.

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