22 años

Cindy Vanesa Piña Oyola

Tenía cuatro meses de embarazo cuando fue asesinada de un golpe en la cabeza con una piedra y sepultada en el patio de su casa en Neiva.

Fuentes: La Nación y Cerosetenta.

Cindy alcanzó a conocer el mar

Recuerdo que para enero ella estaba de vacaciones y se había ido a las fiestas que hacen en Cartagena. Durante todo el camino hablamos por celular, sabía que estaba super contenta, porque hacía planes mientras conversábamos: "Mami, mire que el mar es muy lindo, esto por acá es muy bonito. En abril, si Dios quiere, a mí me van a dar la ayuda de desplazados y con lo que tengo ahorrado la voy a traer para que vengamos las dos, estemos unos días y conozca el mar". Yo tuve siete hijos, Cindy era la cuarta.

De niña fue muy divertida, y tranquila. Anhelaba estudiar para ser veterinaria. Como mamá era excelente, muy dedicada a sus tres hijitos de 7, 4 y 2 años. La mayor es una niña y no sabes lo ilusionada que estaba con su embarazo porque sabía que completaría a dos parejitas: dos mujeres y dos hombres. Su sueño fue siempre esa lucha de sacarlos adelante. Quería que fueran mejor que ella y brindarles lo que, tal vez, no pudo tener. "Mami, yo voy a trabajar, a arrendar un apartamento y a traer a los niños, porque aunque los llamo, no es igual a tenerlos a mi lado, me hacen mucha falta”, recuerdo que me dijo antes de que pasara lo que pasó.

Yo quiero que sea recordada como una mujer alegre y guerrera, porque mi niña era una luchadora y emprendedora. Así la recuerdo. Cuánto daría por devolver el tiempo y tenerla conmigo nuevamente para poder cambiar las cosas. Siempre pensé que mis hijitos serían quienes me enterrarían a mí. La extraño mucho. Siempre la tengo en mi corazón y en mis recuerdos.

María Gilma Piña Oyola, 44 años, mamá.

Carta de María Gilma a su hija Cindy

Te fuiste al cielo y yo me quedé aquí con una sonrisa fingida. Porque desde que te fuiste no he vuelto a sonreir como solía hacerlo. Aún hay días en los que sigo esperando tu regreso, porque tengo esperanza de un día volver a verte. Volverte a abrazar y conversar de todo lo que me ha pasado. Espérame allá y apartame un lugar porque algún día tendré que irme también. Hasta entonces me conformo con encontrarte en mis sueños. Te extraño mucho mi preciosa hijita.

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Después de una reducción de condena por aceptar los cargos que le habían sido imputados, el asesino de Cindy fue condenado a 34 años y 7 meses de prisión por el delito de feminicidio agravado. La señora Maria Gilma asegura que el hombre la llamó y le pidió que intercediera por él ante el juez para rebajar más su condena.

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