20 años

Angie Paulina Escobar Cossio

El 30 de mayo de 2020 fue encontrada con signos de violencia y sin vida en su vivienda en el barrio Las Brisas de Medellín. Meses atrás había denunciado, ante la Comisaría de Familia y a través de redes sociales, ser víctima de maltrato físico, abuso sexual e intimidaciones por parte de su pareja.

Fuente: Publimetro, Q'Hubo Medellín y Cerosetenta.

El espíritu libre de Angie Paulina

El timbre que anuncia el fin de las clases resuena por los pasillos de la Institución Educativa Diego Echavarria Misas, en Medellín. En medio de la estampida de los estudiantes, un par de brazos forrados en guantes largos de color fucsia, que van del codo a la muñeca, destacan entre el tumulto. La niña tiene además una pañoleta, del mismo color, que usa a manera de chal. Cuando está cerca de la salida y hace contacto visual con su madre, adivina el regaño que vendrá por no portar bien el uniforme, pero no se inmuta. Sigue caminando. Esa niña es Angie Paulina.

Así, con ese mismo deseo irrevocable de vivir a su manera, la recuerda Deisy, su mamá:

“Pauli era muy original, no le importaba lo que estaba de moda y usaba lo que a ella le gustaba. Hacía sus propias combinaciones de prendas llamativas pero bonitas, se veía bien. No era la niña más dulce del mundo, al contrario, era una niña rebelde. Una vez se cortó un mechón de cabello de la nuca y en otra ocasión se trasquiló. Era tremenda.

La infancia de Pauli no fue fácil en la parte económica, pero siempre tuvo la voluntad de emprender. Un tiempo vendió obleas y salpicones, caminaba por las calles de Medellín sin importarle hasta donde tuviera que hacer el domicilio. Con sus ventas ganaba platica y ahorraba para ir a los paseos con la Corporación Scouts de Antioquia, una organización de voluntariado de jóvenes a la que ella perteneció desde que tenía 11 años.

En el 2012 llegó a ser la mejor scout del año por su actitud de liderazgo y en 2015 repitió título porque ella solita creó su propio grupo, la patrulla de Las Gacelas. Ella era muy dedicada a los scouts, a cada rato llegaba a la casa con insignias (a veces eran manillas y otras veces diplomas pequeños). Recuerdo que le dieron una por cruzar un río en un campamento y otra porque ella era de las mejores haciendo nudos en sogas. También le gustaba mucho el servicio con la comunidad. Por ejemplo, cuando había actividades de Semana Santa y tenían que ayudarle a los señores de la tercera edad a moverse, o cuando debía organizar a la gente para los desfiles de silleteros, Pauli siempre estaba ahí. Si le tocaba trasnochar, trasnochaba.

Era una niña alegre y muy colaboradora. Yo tengo un taller de confecciones y estampados, Pauli comenzó a trabajar ahí conmigo en 2015 y para 2017 ya era ella quien dirigía a los trabajadores y hacía control de calidad.

Ella vivió conmigo entre finales de enero y marzo de 2020. Íbamos al Centro Comercial los Molinos, sacábamos a pasear los perros, en las noches antes de dormir Pauli entraba al cuarto y se acostaba junto a mí y a Mariangel, su hermanita de 6 años, a ver televisión. Ellas dos se amaban.

A pesar de que Pauli siempre fue muy rebelde y tenía conflictos, no tuvimos una sola pelea mientras vivió conmigo. De hecho, me buscaba bastante para contarme sus cosas, si iba a salir y con quién salía, me habló con mucha confianza. Yo estaba muy contenta. Fueron los dos meses más maravillosos que pudimos haber tenido”.

Deisy Yurany Cossio, 38 años, mamá.

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Según Deisy Cossio, la investigación por la muerte de Angie Paulina cursa en la Fiscalía 129 de Medellín. Aún está en etapa de indagación preliminar. La Fundación Feminicidios Colombia brindó apoyo jurídico a la familia de Angie, entre junio de 2020 y julio de 2021, por los antecedentes de violencia de género que ella vivió.

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