18 años

Hilary Yulisa Tejada Aranda

Murió por un impacto de bala que recibió, el 23 de junio de 2020, en medio de fuego cruzado de un enfrentamiento entre pandillas. Los hechos ocurrieron en Puerto Tejada, Cauca.

Fuentes: Q’Hubo Cali y Proclama del Cauca.

Construyendo sueños ‘con la punta del pie’

En uno de los escenarios del Festival Mundial de Salsa de Cali, versión 2011, un grupo de 18 bailarines se prepara para comenzar su presentación. Las niñas llevan un vestido amarillo brillante que tiene flecos en la falda, mientras los niños están vestidos con un traje de chaleco y pantalón blancos. Las parejas se ubican en tres hileras y antes de iniciar hacen una venia al público, que estalla de emoción. Entre los artistas de la tarima está Hilary, que por entonces tenía 9 años.

Cuando comienza a sonar la canción ‘Arrollando’ de la agrupación Tabaco y sus Metales, los pies de las nueve parejas se intercalan, dan saltos y vueltas en el aire como si el suelo estuviera cubierto de llamas. La salsa los domina a todos en un ritual frenético en el que los cuerpos de los integrantes del grupo parecen uno solo. Mientras su familia la ve de lejos, Hilary sonríe.

Así, entregada en cuerpo y alma a la danza, la recuerda Arlex Tejada, su padre:

“Hilary era muy activa, era una mujer con mucha decisión. Aprendió a bailar salsa ballet a los 6 años y se dedicó a eso por 10 años. Representó al municipio varias veces en el Festival Mundial de Salsa de Cali.

Entre las canciones que más le gustaba bailar estaba “Con la punta del pie”, del Sexteto Rumbahabana. Ana Beatriz, mi esposa, la llevaba a la Casa de la Cultura del Instituto Municipal de Cultura de Puerto Tejada y a mi hija le encantaba estar allá. Le gustaban demasiado las actividades culturales y siempre que podía se involucraba en presentaciones de danza. Lo que más le gustaba era la salsa ballet, pero si le tocaba aprender otra cosa ella se le medía, incluso aprendió danza árabe.

Recuerdo que una vez se fue a bailar salsa tradicional en una actividad cultural en la costa. A pesar de que este estilo de baile tiene una técnica diferente a la que ella conocía, aprendió rápido y viajó con el grupo de bailarines mostrando su talento.

Hilary tuvo la oportunidad de ser bailarina profesional, porque la mayoría de los pelados que danzaban con ella hoy se dedican a eso y viajan por el mundo, sin embargo, yo pensaba en ese momento que lo mejor era que ella siguiera sus estudios y se hiciera una carrera, por eso no la dejé seguir, pero mi muchachita nunca dejó de soñar con la danza.

Recuerdo que ella me decía que le gustaban mucho los niños y tenía pensado montar su propia academia de baile. Antes de la pandemia por Covid-19, me había dicho que le prestara un espacio aquí en la casa para poder dictar las clases, pero por el confinamiento no se pudo.

Ella tenía una personalidad muy definida y cuando decía “voy a hacer esto”, lo lograba. Además, era la pacificadora de la casa porque, cuando había discusiones entre su mamá y yo, ella escuchaba los argumentos de cada uno y si alguno interrumpía, Hilary nos hacía señas con el dedo para pedirnos guardar silencio. Ella marcaba la pauta en la familia.

Yo siempre he trabajado en la informalidad y a ella a veces le pagaban por las presentaciones de baile. Cuando no teníamos dinero, lo que se ganaba bailando lo traía a la casa, porque ella tenía en la cabeza que quería darnos una buena vida a nosotros: a su mamá y a mí.

Quiero que la recuerden como una niña que luchaba todos los días por cumplir sus sueños, pujante, humana y respetuosa, esa era mi Hilary”.

Arlex Tejada Grueso, 47 años, padre.

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Según los padres de Hilary, debido a que el presunto accionante del arma feminicida era un menor de edad, la investigación por la muerte de su hija estuvo a cargo de la Unidad de Responsabilidad Penal para Adolescentes de la Fiscalía 01 Seccional del Cauca.

El proceso no se adelantó por el delito de feminicidio, sino por el de homicidio agravado, según consta en el expediente registrado en la página web de la Rama Judicial.

El 12 de marzo de 2021, el Tribunal Superior Civil de Familia en Popayán decidió absolver al adolescente y “además ordenar [su] libertad inmediata [...], así como las [sic] cancelación de órdenes de aprehensión o cualquier otra limitación a sus derechos”. Con motivo de esa sentencia absolutoria, el caso quedó inactivo.

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