21 años

Luisa Fernanda Velásquez Navarro

Desapareció el 24 de abril de 2020 en Madrid (Cundinamarca) luego de tener una cita con su expareja. Su cuerpo fue hallado el 10 de mayo de ese año en las afueras del municipio, con el cabello cortado y signos de violencia por arma blanca.

Fuente: Alerta Bogotá, El Tiempo y RCN Radio.

La belleza de las pequeñas cosas

Es de noche y Luisa espera a que llegue la hora de dormir. Está acostada en una de las dos camas de la habitación. Mientras desliza hacia arriba el contenido que le muestra su celular, se escucha un murmullo proveniente del televisor.

Sobre las 11:30 p.m. Vanessa, de 18 años, entra al cuarto cansada de la jornada laboral, se acuesta en la cama que está desocupada y apenas mira a su hermana cuando dice: “Que descanses, Luisa”. Cae profundamente dormida sin sospechar que es la última vez que le da las buenas noches.

Esa escena se repite de manera constante en la mente de Vanessa. La evoca para recordar a su hermana porque, aunque su asesinato ocurrió hace más de un año, aún no se acostumbra a su ausencia. Espera que un día regrese a la casa después del trabajo, anhela tener la oportunidad de conversar con ella una vez más, antes de dormir, para darle todo el cariño del mundo.

“Todavía no me hago a la idea de que ya no está. Los últimos tres meses que vivimos juntas la pasamos muy bien. Luisa y yo salíamos a cenar comida rápida pero, por lo general, nos quedábamos en casa haciendo maratones de películas o ella salía con Samuel, su niño de cuatro años. A ella no le gustaban las fiestas o el licor, era difícil sacarla a tener experiencias distintas.

Aún así mi hermana tenía su lado arriesgado. Se hizo mamá a los 16 años, cuando cursaba el último año del bachillerato. Su historia de amor en el colegio fue quizás la más grande de sus locuras, aunque ella era una mujer que pocas veces se salía de la norma. Por esa época mi mamá la envió donde mi abuela para evitar que “cogiera mal camino”, pero esa decisión no pudo prevenir que se enamorara y saliera a escondidas con Sebastián, el padre del niño. Un primo la ayudaba a escabullirse de la casa y, en esos encuentros, quedó embarazada.

Después de Sebastián tuvo otra pareja pero Samuel, su hijo, era su verdadero amor, el más puro. Ella anhelaba que él tuviera todas las comodidades y por eso trabajaba muy duro. Cuando descansaba pasaban todo el tiempo juntos.

Como siempre estaba ocupada, a mí me gustaba asustarla para sacarla de la rutina. A veces, cuando Luisa estaba en la cocina yo entraba por detrás y la agarraba fuerte por la cintura. Ella gritaba de miedo y yo corría de regreso a la habitación muerta de la risa, mientras me regañaba. Tiempo después volvía al cuarto, se reía conmigo y tenía arranques de amor en los que me hablaba con mucha ternura.

Su lado más divertido salía a flote con Samuel, pues disfrutaba hacerle bromas y grabar su reacción. Tenía su computador lleno de videos de mi sobrino. Cuando la extraño más de lo normal reproduzco esas escenas, escucho su risa y la veo tan contenta que me parece tenerla aquí todavía”.

Vanessa Velásquez Navarro, 19 años, hermana.

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Según Vanessa, la investigación del caso de Luisa está en la Fiscalía - URI de Madrid (Cundinamarca). Miguel Pineda es el principal sospechoso por el asesinato de la joven madrileña y rindió declaración ante esa unidad el 30 de abril de 2020. Fue requerido nuevamente por la Seccional de Investigación Criminal (SIJIN) en días posteriores, pero no se presentó. De acuerdo con la información suministrada por la Fiscalía, se desconoce su paradero.

En la actualidad la familia Velásquez Navarro no sabe en qué etapa está la investigación por el asesinato de Luisa.

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