La Casa Gnecco lleva al menos tres décadas en el poder. Su control se extiende por el Cesar, La Guajira, Magdalena y llega hasta el Congreso de la República, donde cuentan con el príncipe real José Alfredo Gnecco Zuleta, como senador, y aliados como el también senador Didier Lobo Chinchilla y los representantes José Eliécer Salazar, Alfredo ‘Ape’ Cuello y Eloy ‘Chichí’ Quintero.

A finales de los años 90 e inicios de los 2000, los hermanos Jorge Antonio y Lucas Gnecco fueron responsables de la consolidación del paramilitarismo en el Cesar, según documentó el Centro Nacional de Memoria Histórica. Nelson Gnecco también fue señalado de apoyar a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) junto a sus hermanos por el paramilitar Rodrigo Tovar Pupo alias Jorge 40, el empresario Jaime Blanco Maya, condenado por concierto para delinquir con grupos paramilitares y homicidio, y Hernando de Jesús Fontalvo, alias ‘Pájaro’, quien fue guardaespaldas de Salvatore Mancuso.

Dos décadas después, la Casa Gnecco se batió en duelo en el Juego de Votos 2022 por la curul de las víctimas de la Sierra Nevada y la Serranía del Perijá, a través del candidato William Romero, quien no resultó elegido. Romero habría estado inhabilitado para ser candidato de acuerdo con los registros de la Procuraduría, pues estuvo condenado y preso por el delito de omisión del agente retenedor en 2007. Tal condena configura, por ley, un impedimento para ser miembro de la Cámara de Representantes.

Los Gnecco son dueños del emporio empresarial Morano Gruppo, con participación en los sectores de la gasolina, hotelería, educación, construcción y palma de aceite. Las empresas Morano Terra y Morano Construzione, parte del Morano Gruppo, han sido proveedoras en, al menos, siete obras públicas en la región Caribe, contratadas entre 2017 y 2022, mientras los Gnecco han reinado. El príncipe Luis Alberto Monsalvo Gnecco, hijo de la baronesa Cielo Gnecco y gobernador destituido del Cesar, habría beneficiado a su hermana Paola con acuerdos para que los materiales usados en obras públicas del departamento se extrajeran de una cantera de su propiedad, según denunció el senador verde Antonio Sanguino. Una de esas obras, asegura Sanguino, sería el Centro Vallenato, un megaproyecto que, tal como encontró La Silla Vacía tuvo un único oferente: la empresa A Construir, de los hermanos José Manuel y Christian Daes, megacontratistas de Barranquilla y cercanos a la Casa Char.