La Casa de Luis Pérez se formó con facciones del liberalismo de Antioquia, en los años 90, a la sombra del crecimiento político de Álvaro Uribe Vélez, en Medellín y Antioquia. Cuando tuvo el reino de Medellín (2001-2004), su gestión se dio de la mano del presidente Álvaro Uribe. A ambos se les reclama por la desaparición de jóvenes de la Comuna Trece de Medellín, en acciones combinadas de paramilitares del Bloque Metro y tropas del Ejército Nacional, y por la presunta desaparición de fosas comunes de las áreas de Ituango, con la represa HidroItuango, de las Empresas Públicas de Medellín, EPM.

La familia real es dueña y señora de la Hacienda Torrealta, que fue de propiedad de Alberto Uribe Sierra (padre de Álvaro Uribe) y posteriormente palacio del Cartel de Medellín y de paramilitares. Los Pérez la compraron en 2006, luego de la primera alcaldía de Luis Pérez, a herederos de alias Doblecero.

Los parapolíticos Rocío Arias y Óscar Suárez Mira, le entregaron su fuerza electoral en 2007 y 2015, respectivamente, pero sólo en esta última volvió a derrotar a sus adversarios, esta vez por el reino de Antioquia.