La casa de Ramiro Suárez ocupó la capital del reino de Norte de Santander por cuatro años hace casi dos décadas. Luego de dejar el cargo, el patrón Suárez estuvo tras las rejas de la torre nueve años por sus nexos con el Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia, comandadas por alias ‘El Iguano’, y el asesinato de su asesor de contratación y transparencia. Aun así, desde la cárcel, ahora prisión domiciliaria, ha seguido moviendo sus fichas en el tablero político, al punto de agrupar 40 vasallos en su casa y tener a su hermana Ana Libia Suárez como asesora del actual ministro de Trabajo. Además de las AUC, Suárez ha cosechado alianzas con políticos locales que le han permitido mantenerse vigente, como el exalcalde de Cúcuta César Rojas. Durante su administración, en 2017, Rojas adjudicó la realización de los estudios técnicos del Plan de Ordenamiento Territorial a la Unión Temporal Nuevo POT Cúcuta, controlada por una empresa de las hijas de Ramiro Suárez. El contrato costó $4.750 millones y la unión temporal fue el único proponente.