Aunque están dadas las herramientas para ejercer el control social en Colombia por medio de la veeduría ciudadana creada a partir de la constitución política de 1991, la escasa divulgación sobre sus elementos y alcance hacen inoperante tales mecanismos de control social, por tal motivo nace esta iniciativa con el apoyo de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones TIC.

Está idea surge de la precaria situación política de nuestro país y la cantidad de noticias de corrupción que salen día a día abrumando a toda una sociedad al tratar de procesar y digerir toda la inmensa cantidad de información, cayendo en la frustración o incertidumbre, peor aún, la indiferencia, dado el continuo actuar de los tradicionales medios de comunicación donde se defiende los intereses del opresor y haciéndonos odiar al oprimido[1].

Pero el problema principal radica en que como sociedad a duras penas logramos hacer control político a un Presidente, sin mucho éxito. Pero detrás de él la estructura del Estado es mucho más amplia y compleja de lo que normalmente nos imaginamos, actualmente el Estado colombiano está conformado por más de 30000 servidores públicos donde la fiscalía, contraloría, procuraduría y demás entes de control quedan cortos ante ese monstruo llamado establecimiento público que al igual que la Hidra, si se le quita una cabeza, aparecerán dos nuevas.

Para dejarlo aún más claro, actualmente tenemos:

  • +12000 concejales
  • +8000 Funcionarios (Directivos)
  • +1100 Alcaldes
  • +400 Diputados
  • +280 Congresistas
  • +70 Magistrados de altas cortes
  • 32 Gobernadores
  • y un Fiscal General de la Nación

Ellos mueven el país a sus anchas sin control y casi ocultos entre la sociedad con algunas pocas excepciones, está desconexión entre político-ciudadanía genera infinidad de hechos de corrupción calculados moderadamente en unos 50 billones de pesos anualmente, suficiente para construir 3 o 4 líneas del metro de Bogotá en el mismo periodo de tiempo.

Así que está iniciativa se enfoca en conectar al ciudadano, las TIC y el político o funcionario público, que de acuerdo al tema de interés de cada uno (medio ambiente, salud, transporte, educación, pensiones, etc) vayamos a nuestras alcaldías, concejos, gobernaciones y congreso y adoptemos al político que genera mayor desconfianza o uno desconocido (que son muchos) bajo el hashtag #AdoptaUnPolitico y con aquellos privilegiados iniciamos nuestra obligación ciudadana de hacerles control político al menos una vez por semana.

Examinemos al #AdoptaUnPolítico

Dado que los servidores públicos y políticos están al servicio del Estado y de la comunidad, debemos saber ¿Qué prometieron? ¿Qué votaron? ¿Qué dicen? ¿Qué hacen? En sí, cuestionar su actuar como si fuera un empleado de su empresa, que en cierto modo es verdad.

Apropiémonos de nuestra empresa que se llama República de Colombia, autoproclamémonos ciudadanos y accionista de esta empresa y saquémosla adelante, empoderemos a la sociedad y a nosotros mismo de actuar basados en el control ciudadano, con argumentos y en busca siempre de la verdad.

¿Me acompañan en la iniciativa #AdoptaUnPolitico?

Para mayor información sobre las herramientas y maneras de hacer veeduría ciudadana recomiendo el instructivo de la Procuraduría General de la Nación denominado “Hacia una veeduría ciudadana efectiva


[1] Frase célebre del líder nacionalista estadunidense Hajj Malik El-Shabazz (1925 – 1965) nacido con el «nombre de esclavo» Malcolm Little y más conocido como Malcolm X
[2] Frase célebre del periodista y escritor uruguayo Eduardo Germán María Hughes Galeano (1940 – 2015) más conocido como Eduardo Galeano.
[3] Créditos de las imágenes: Aleutie 123RF.