#ArmandoBenedettiExprés: Sabemos lo que hiciste

(20/06/2023)

Refrescamos sus procesos judiciales, las propiedades y los negocios de familia.

El que hasta hace un par de semanas fue el embajador de Colombia en Venezuela llegó a ese cargo con un amplio prontuario en la justicia. Ha tenido la no despreciable suma de 22 procesos. De todos ha salido airoso hasta el momento. ¿Cómo lo hace? Su vinculación como testigo en las chuzadas ilegales a la niñera del hijo de la exjefe de gabinete, Laura Sarabia, por el presunto robo de siete mil dólares es solo su más reciente episodio.

Luego de que se viera involucrado en el caso y obligado por las circunstancias a renunciar, se conocieron unos audios en los que Benedetti le hablaba a Sarabia de una posible financiación ilegal de $15 mil millones a la campaña presidencial de Gustavo Petro, de la que él mismo hizo parte como jefe de campaña. Aunque habló movido por la rabia y el trago, según se excusó en un trino. Los reportes públicos de la campaña se encuentran en el portal Cuentas Claras. Lo extraño es que ahí solo figuran préstamos de entidades financieras por 29 mil millones, que iban a ser pagados con el dinero de la reposición de votos. Es decir, no hay rastros de los presuntos miles de millones que el exembajador dijo reunir en aquellos audios. Ni en primera ni en segunda vuelta.

Las investigaciones sobre los dineros de campaña recogidos por Benedetti apenas anuncian la punta del iceberg.

Las investigaciones sobre los dineros de campaña recogidos por Benedetti apenas anuncian la punta del iceberg. Al respecto, fue el presidente quien dijo en la misma red que éste deberá explicarlo ante la Fiscalía antes de retirarlo del cargo. 

Este escándalo, en el que se conoció de manera íntima cómo le hablaba el embajador de Venezuela a la Jefa de Gabinete, Laura Sarabia, dejó abierta una puerta que había permanecido cerrada: la violencia política en contra de las mujeres. Algo que analizó el portal feminista Volcánicas.

Durante su paso por el Congreso, Benedetti fue investigado por la Corte Suprema de Justicia por la trama de sobornos de Odebrecht y porque habría pagado para chuzar al entonces fiscal general, Néstor Humberto Martínez. La Corte también indagó si recibió apoyo de paramilitares para las elecciones legislativas de 2002, cuando llegó por primera vez al Congreso, y cuál fue su participación en la “cumbre del Caramelo”, un encuentro entre políticos y miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en Santa Fe de Ralito, Córdoba, en el que se reforzaron alianzas con este grupo criminal. Proceso conocido en el país como la ‘Parapolítica’.

Quien lo implicó fue la excongresista Rocío Arias cuando aseguró que Benedetti fue el primero en llegar a aquella cumbre, que tomó y bailó y que hicieron un compromiso que nunca se firmó. Arias fue condenada al aceptar el delito de concierto para delinquir agravado “reconociendo su cercanía con los jefes ‘paras’ alias ‘Don Berna’, alias ‘Ernesto Báez’ y alias ‘Macaco’, así como el apoyo que estos brindaron a su campaña”, según escribió el portal Verdad Abierta en un perfil sobre ella. Ahí también señalaron que la Procuraduría la destituyó e inhabilitó por 20 años porque “en su calidad de Representante a la Cámara, promovió y auspició» a las AUC. 

La respuesta de Benedetti a estos señalamientos bien podría describirlo. Aseguró que para entonces había dejado el alcohol. El exsenador reconoció como un error haber asistido a esa cumbre. Argumentó que hacía parte de la Comisión de Verificación del proceso de paz con los paras. La investigación por estos hechos, en cabeza del magistrado César Reyes, fue archivada en 2020, luego de que se inhibiera de investigarlo.

Benedetti también recibió demandas por solicitudes de retiro de investidura cuando fue congresista por votar actos legislativos y proyectos de ley en los que presuntamente tendría conflicto de interés.

Benedetti también recibió demandas por solicitudes de retiro de investidura cuando fue congresista por votar actos legislativos y proyectos de ley en los que presuntamente tendría conflicto de interés. Una de las peticiones vino de la Red de Veedurías Ciudadanas de Colombia, quien lo denunció por su participación en un debate sobre sanciones a parapolíticos, mientras era investigado por esos mismos hechos. Pero la Corte Suprema, entidad de la justicia que investiga a los congresistas, archivó el caso por tratarse de una reforma constitucional, frente a la cual no había lugar a conflicto de interés.

Tiene un proceso abierto por enriquecimiento ilícito que inició en 2021 por un incremento presuntamente injustificado de $3.000 millones en su patrimonio mientras ocupó curul de congresista. En 2022, a raíz de su nombramiento como embajador de Venezuela, la investigación pasó a manos de la Fiscalía General, donde pareció que se trataba de un caso más que no iba a prosperar.

El fiscal asignado fue Gabriel Jaimes, quien en mayo de 2023 ordenó el cierre de la etapa de investigación. Unos días después se arrepintió y anuló la orden, por lo que el proceso continúa. No contenta con el actuar del fiscal, la magistrada Cristina Lombana, quien antes llevaba el caso en la Corte, pidió que investigaran a Jaimes por sus actuaciones “poco usuales”.

En 2010, a menos de un año de resultar reelecto como senador, Benedetti compró un apartamento en Bogotá que perteneció al clan Gaitán Cendales.

En 2010, a menos de un año de resultar reelecto como senador, Benedetti compró un apartamento en Bogotá que perteneció al clan Gaitán Cendales. Los primeros dueños fueron Félix Gaitán Molina y Cecilia Cendales de Gaitán quienes lo compraron en 1991 a la constructora Altos de Retiro Ltda, de propiedad —de los también narco— Helmer Herrera, cuarto al mando del Cartel de Cali, y su socio, Phanor Arizabaleta. De acuerdo con la sentencia, los Gaitán estuvieron vinculados al narcotráfico con algunos de sus miembros reconocidos como paramilitares protegidos por la Quinta Brigada del Ejército en Santander.

Por esto, más de 40 bienes del clan fueron incautados en 1997. En el proceso se encontró una estructura de caleta, un cuarto oculto, en uno de los apartamentos ubicado en el mismo edificio en el que Benedetti adquirió el inmueble. 

Ninguno de los procesos judiciales contra el exembajador ha impedido su ascenso político, que empezó como herencia de su padre Armando Benedetti Jimeno, exministro de Comunicaciones del expresidente Ernesto Samper.

Benedetti hijo fue concejal de Bogotá a finales de los 90, luego de ser asesor de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 y redactor de política de El Tiempo, periódico del que su padre era columnista. 

Desde el Congreso fue una pieza clave para los gobiernos Uribe y Santos. En 2002, apoyó la presidencia de Álvaro Uribe, lideró su reelección y la ley de garantías electorales.

Antes de ser embajador en Venezuela, fue elegido senador por tres periodos consecutivos (2006-2022) y representante a la Cámara por un cuatrienio (2002-2006). Desde el Congreso se convirtió en una pieza clave para los gobiernos Uribe y Santos. En 2002, apoyó la presidencia de Álvaro Uribe, lideró su reelección y la ley de garantías electorales.

Con el cambio de gobierno en 2010, apoyó la campaña presidencial de Juan Manuel Santos y pasó a ser su aliado. Al año siguiente su hermana Ángela Benedetti fue nombrada embajadora en Panamá. Durante la reelección presidencial en 2014, el exsenador se destacó por ser uno de los escuderos de la paz con las Farc. La bandera política y gubernamental del segundo periodo de Santos.

Armando Benedetti repitió en el 2020. Anunció su apuesta por la Colombia Humana y se convirtió en el jefe de la agenda de campaña de Gustavo Petro a la presidencia. Su llegada al Pacto Histórico significó un arduo trabajo en la consecución de apoyos en la Costa Atlántica y el Caribe.

Procesos judiciales

De los 22 procesos registrados en la Rama Judicial, cinco se originaron en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, entre 2004 y 2018, periodo en el que Benedetti fue congresista. Pasaron a la Fiscalía cuando renunció a la curul.

Luego de que dejara el cargo como embajador en Venezuela, el Tribunal Superior de Bogotá deberá decidir si vuelven a la alta corte.

Benedetti regresó al ojo de la Fiscalía, en calidad de testigo por las chuzadas a la niñera del hijo de la exjefe de gabinete de Gustavo Petro, Laura Sarabia. De acuerdo con un anuncio del fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, el exembajador deberá dar su testimonio para esclarecer los hechos.

*Click a los cuadros de procesos

Patrimonio

Benedetti se unió a la lista de políticos que terminaron siendo dueños de bienes incautados a la mafia por la vía de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) y que al parecer usaron testaferros para efectuar la compra de inmuebles que ya conocían de primera mano. El exembajador figuró como propietario de un apartamento de 403 metros cuadrados en Bogotá. Lo compró el 14 de diciembre de 2010, nueve meses después de resultar reelegido senador por el partido de la U. La compraventa se realizó por $1,600 millones a Ruby Corredor Ruiz, exasesora del Ministerio de Justicia.

El inmueble fue una de las 55 propiedades del narcotraficante Guillermo Ortiz Gaitán y el Clan Cendales, a las cuales se les extinguió el dominio en 1997. Corredor Ruiz adquirió el apartamento a través de una subasta pública de la extinta DNE, promovida por Estrategias Comerciales de Mercadeo S.A. y un mes después se lo vendió a Benedetti por el mismo valor que ella lo adquirió.

En 2019, al no encontrar una justificación para el origen de los recursos con los que Ruby Corredor compró el apartamento inicialmente, la Fiscalía abrió una investigación en contra de ella por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito de particulares.

Benedetti también resultó implicado por la compra del inmueble. Dos años después, en el 2021 la Fiscalía la incautó junto con otras siete, al parecer, relacionadas con él.

Benedetti también resultó implicado por la compra del inmueble. Dos años después, en el 2021 la Fiscalía la incautó junto con otras siete, al parecer, relacionadas con él. Los inmuebles están ubicados en Bogotá, Puerto Colombia (Atlántico) y Villavicencio (Meta). Todas por el valor de 8 mil millones, según los avalúos. La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales aseguró que Benedetti tendría aun patrimonios por justificar para los años 2009, 2014, 2016 y 2017.

Cuestión Pública le solicitó a Benedetti en 2018 copia de sus declaraciones de renta. Entregó las que corresponde a 2014 y 2016, que se encuentran públicas en #SabemosLoQueHiciste Recargado.

Benedetti aún figura en los documentos públicos de aquel apartamento. Ha sido propietario de otros tres inmuebles en el pasado. El 31 de diciembre de 1997, el exembajador hizo tres transacciones de compraventa con Víctor Cortes Isaza por dos garajes y un apartamento en Bogotá que sumaron $450 millones. En abril de 2010 las vendió a tres particulares por $1.650 millones. Esta transacción se llevó a cabo ocho meses antes de que comprara su apartamento actual y por un valor muy similar: $1.600 millones.

Negocios de familia

Encontramos 30 empresas relacionadas con miembros de la familia del exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti. De esas, 12 registradas en Barranquilla, siete en Bogotá y 11 sociedades offshore en Florida, EE.UU. De las compañías que operan en Colombia solo una se encuentra activa. En 2022 reportó $27 millones.