Cuestión Pública tuvo acceso a la carta de renuncia del profesor Gabriel Cabrera a la dirección del Departamento de Historia de la Universidad Nacional, sede Medellín, fechada el 25 de mayo de 2017. Según la misiva, la renuncia fue una protesta al veto de dos cursos por parte de Darío Acevedo, que fue vicedecano académico de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas hasta julio de 2017.

De acuerdo a la carta dirigida al entonces decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, Yoben Chicangana, Cabrera renunció tras la decisión del Consejo de Facultad extraordinario de acoger la postura de Acevedo sobre el curso ‘Fascismo y Modernidad’. En la carta se lee que Acevedo “cuestionó la propuesta del curso del profesor (Alberto) Castrillón indicando que discrepaba del objeto y enfoque”. El Consejo acogió la posición de Acevedo y decidió «programar (el curso), sujeto a la ampliación de la justificación del programa, los objetivos y la bibliografía«. Es decir, se puede interpretar que, Acevedo consiguió que el curso solo fuera posible bajo previo cambio del enfoque.


El profesor Acevedo en su momento indicaba que ese tipo de cursos o contenidos no debían darse”, dijo Gabriel Cabrera a Cuestión Pública. Acevedo intentó primero convencer al Comité Asesor de Pregrado en el que estaba el director del Departamento de Historia, pero no pudo. Luego, llevó el caso al Consejo de Facultad, lo que para el académico estuvo en contra de las reglas. “El vicedecano Acevedo irrespetando la función del Comité, llevó la discusión a una instancia superior, vencido en democracia fue incapaz de aceptar la decisión”, dijo Cabrera.

Cabrera renunció tras la decisión del Consejo de Facultad extraordinario de acoger la postura de Acevedo sobre el curso ‘Fascismo y Modernidad’. En la carta se lee que Acevedo “cuestionó la propuesta del curso del profesor (Alberto) Castrillón indicando que discrepaba del objeto y enfoque”.

Fue en ese momento que Cabrera, entonces director del Departamento, renunció en respuesta a “la intención [de Acevedo] de atentar contra la libertad de cátedra”. Según explicó, el curso era pertinente porque buscaba que los estudiantes desarrollaran una perspectiva crítica frente al fascismo. “Para nuestros estudiantes era oportuno tener conocimientos sobre el fascismo para tener un sentido crítico fundamentado sobre lo que se estaba produciendo entonces en varias partes del mundo (…), dado los contextos internacionales en los que gobiernos e ideologías de derecha estaban renaciendo, muchos de ellos con claras expresiones en contra de las libertades individuales”, le dijo Cabrera a Cuestión Pública.

En la carta, también comentó que antes el candidato a dirigir el CNMH ya había vetado otro curso, llamado ‘Karl Marx’, «por discrepar ideológicamente de sus contenidos. Cualquier enfoque o contenido de estos matices eran incómodos para el profesor Acevedo”. En agosto de 2018, cuando Acevedo ya no era el vicedecano, Cabrera retornó al cargo de director del Departamento de Historia, bajo una nueva administración, con la convicción de “que no se transa cuando se compromete algo vital: la libertad de cátedra».

En diálogo con Cuestión Pública, Acevedo negó el veto y dijo que la información se puede consultar en las actas de la Facultad. «Vaya a las actas son documento publico (sic)». Este medio solicitó las actas vía derecho de petición y está a la espera de la respuesta. No obstante, el profesor de Economía Alcides Gómez, presente en el Consejo de Facultad extraordinario en mayo de 2017, confirmó que Acevedo tenía una posición de veto en contra del curso. “Expresé allí en ese Consejo de Facultad mi apoyo al curso propuesto por el profesor Alberto Castrillón, por su pertinencia y relevancia en el mundo hoy, mencionando que no conocía a dicho profesor. Sobra decir que no apoyé el veto que significaba la postura del vicedecano académico de entonces, profesor Darío Acevedo”, dijo Gómez a Cuestión Pública.

Sobre este tema, Acevedo dijo que todo se dio dentro de sus funciones. «No hubo veto, cumplí una de mis funciones como vicedecano, lleve el asunto a la instancia superior. Aun hay personas que quieren imponer sus divagaciones apelando al bulling (sic)». Y sin responder qué era lo que molestaba del curso sobre fascismo o de quién proviene el supuesto bullying, lanzó una acusación sin proveer a este medio las pruebas que la respalden. «Averigue las irregularidades y abusos que cometen algunos colegas creando cursos fantasiosos, sinsustento sin cumplir las condiciones elementales y con el solo fin de llenar la jornada de trabajo (sic)», dijo Acevedo. Cuando se le preguntó si hizo la denuncia correspondiente en su momento, dijo que sí, pero hasta ahora no ha enviado a Cuestión Pública pruebas que lo corroboren.

Y cerró la entrevista, con un comentario dirigido al reportero de este medio digital que lo consultó: «Espero que sea fiel a la ética periodística». Y puntualizó: «Confírmelo y no se cebe en buscar enlodarme. Si siguen en esa linea encontraran que soy como todos los humanos descendiente de Cain y Abel» (sic).

El 13 de febrero se conoció un comunicado de 78 estudiantes, profesores y profesionales de la Universidad Nacional sede Medellín, rechazando la llegada de Acevedo al CNMH.

A raíz de la postulación del gobierno para ser el nuevo director del CNMH, Acevedo ha sido criticado por negar el conflicto armado. También porque a través de Twitter desprecia a las entidades y personas que representan el Acuerdo de Paz, como contó Cuestión Pública.

➤Lee los trinos de Darío Acevedo

¿Quién es Darío Acevedo?

Es historiador de la Universidad Nacional con maestría en Historia de la misma universidad y un doctorado en esta disciplina, de la Universidad de Huelva, España. En su juventud, Acevedo perteneció al brazo político de la guerrilla Ejército Popular de Liberación (EPL). “Hizo parte del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) en Medellín, una estructura política que desde la clandestinidad promovió la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL)”, reportó Colombia 2020 de El Espectador. José Vélez, exmilitante del EPL, confirmó que desde el sindicato de la empresa Polímeros en Itagüí, Acevedo «hacía propaganda revolucionaria en favor de esta guerrilla”.

De acuerdo a La Silla Vacía, en el PCML también estuvo el hoy senador José Obdulio Gaviria, primo del narcotraficante Pablo Escobar y consejero del expresidente Álvaro Uribe. Luego, Acevedo y Gaviria estuvieron juntos en el movimiento de izquierda Firmes y, en épocas recientes, en el grupo ultra uribista Primero Colombia.

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Los trinos de Darío Acevedo, aspirante a director del Centro de Memoria Histórica

Febrero 5, 2019. Por: Cuestión Pública

El pasado jueves 31 de enero la hoja de vida del historiador Darío Acevedo fue subida a la página web de la Presidencia, quien aspira a ser el nuevo director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Cuestión Pública indagó en su cuenta de Twitter y encontró que es un negacionista del conflicto armado y enemigo de la Justicia Especial para la Paz (JEP).

Según la hoja de vida subida a la web de Presidencia, Acevedo es historiador de la Universidad Nacional. Tiene una maestría en Historia de la misma universidad y un doctorado en esta disciplina, de la Universidad de Huelva, España. También dice haber sido director de la sede Medellín de la Universidad Nacional. Es columnista del periódico El Espectador y de Infobae, un medio digital argentino. Además, ha sido parte del grupo ultra uribista Primero Colombia, junto con José Obdulio Gaviria.

En el papel, Acevedo es un académico de historia. Pero en su Twitter @darioacevedoc, el que sería el próximo director del CNMH escribe una interpretación de la realidad tal y como la contaría la extrema derecha del país. Lo que resulta una paradoja porque como director del CNMH, Acevedo sería el encargado de construir de manera fidedigna la memoria del conflicto, a través de informes que serían insumo para la JEP y la Comisión de la Verdad.


En el perfil de la red social, Acevedo cuestiona que a la guerra colombiana se le llame “conflicto armado”, un típico enfoque negacionista, que suele ser bandera política del uribismo. Por ejemplo, el 8 de junio de 2017, publicó en Twitter: «Ojo, las Farc empiezan a imponer su versión sobre el ‘conflicto armado’, para que sea Historia Oficial». Lo que reiteró en una entrevista del 2 de febrero para El Colombiano: «el conflicto armado no puede convertirse en una verdad oficial».

También ha denigrado de las instituciones a las que entregaría los informes del CNMH: la JEP y la Comisión de la Verdad. “Farc, Colombia Humana y el mamertismo […] son dueños del Centro de Memoria Histórica, la JEP y la Comisión de la Verdad”, tuiteó Acevedo en octubre de 2018. A la JEP en particular la calificó como “brazo judicial del nuevo gobierno Santos-Farc”, de “venganza fariana” o “sesgada”. Y a la Comisión de la Verdad la describió como “mamerta”. Incluso llamó juez sesgado al padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión.

Con los periodistas, Acevedo también tiene un sentimiento de oposición. Acusó a la Revista Semana y al periodista Daniel Coronell de conspirar en contra de la fuerza pública: “Semana mas Coronel mas Fiscal mas Juanpa mas….= concierto para debilitar la Fuerza Pública” (sic). A Coronell directamente lo señaló de “piltrafa” y de hacer una “persecución” a los hijos del expresidente Álvaro Uribe.

No es el único. Al columnista Daniel Samper Ospina no lo bajó de “patán”. Y catalogó como “auténtica cloaca” a una columna de El Espectador del jurista Ramiro Bejarano, periódico para el cual Acevedo también es columnista.

La oposición tampoco se salvó de sus trinos y opiniones. A Gustavo Petro y Aida Avella los llamó “mamertos”. Mientras que a Iván Cepeda lo calificó de “compadre de los jefes farianos” y a Piedad Córdoba la señaló de incitar la violencia y de estar relacionada a la Farcpolítica.

En sus trinos, en cambio, es amable y cercano con Fernando Vargas Quemba, fundador en los 90 del partido Morena junto con el paramilitar alias Ernesto Báez y el fallecido neonazi Armando Valenzuela Ruiz, del grupo Tercera Fuerza. Vargas Quemba es cercano a la senadora uribista María Fernanda Cabal. El 31 de enero, Vargas Quemba felicitó a Acevedo por su nominación al CNMH: «Con usted (…) nuestra verdad como víctimas de las guerrillas tendrán cabida en una construcción de Memoria Histórica». A lo que respondió: «Muchas gracias estimado dr. Vargas». De Vargas Quemba se dijo en medios de comunicación que estuvo en el sonajero de nombres del gobierno para dirigir el CNMH.

Desde una perspectiva negacionista del conflicto, Acevedo busca llegar al CNMH, entidad a la que el gobierno Duque aún no logra darle un líder que continúe con el trabajo realizado. Acevedo sería un nuevo intento de nombramiento, tras la renuncia de Vicente Torrijos un día después de su designación, cuando se conoció que no contaba con un doctorado que aseguró tener.

En chat con Cuestión Pública, Acevedo dijo que no se va a pronunciar al respecto. «Hasta no posesionarme no concederé entrevistas», puntualizó Acevedo.

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