Al exalcalde de Bucaramanga pareciera tenerlo sin cuidado el proceso penal en su contra por corrupción. A pesar de que desde hace más de dos años la Fiscalía lo imputó por interés indebido celebración de contratos, o en otras palabras, por presuntamente entregar o intentar entregar un contrato a dedo durante su alcaldía, como candidato presidencial cuestionó en medios de comunicación la acusación en su contra. Ahora el caso pasó a la Corte Suprema, debido a que tras su posesión en el Senado, Rodolfo Hernández es un aforado.

El día que la Fiscalía lo imputó, el 7 de febrero de 2020, Hernández no tuvo problema en asistir a la diligencia en el Palacio de Justicia de Bucaramanga acompañado de su hijo Luis Carlos Hernández, el tercero de cuatro que ha tenido, ingeniero como él y el mismo que firmó un acuerdo para fijar la comisión que se ganaría si una empresa se ganaba un contrato con la alcaldía de su papá. 

Los dos se presentaron a las 10 de la mañana ante la jueza 16 penal de garantías para escuchar los cargos en su contra. Sin embargo, cuando apenas habían pasado unos minutos desde el inicio de la audiencia, el fiscal Jorge Alberto Villamizar Suárez desestimó la solicitud de imputación de cargos contra Luis Carlos: “retiro la solicitud de imputación frente al señor Luis Carlos Hernández Oliveros, quien por otra cuerda procesal próximamente será convocado a imputación”. 

Han pasado dos años y cuatro meses y Luis Carlos Hernández nunca más volvió a ser llamado por la justicia, a pesar de los cientos de chats y varios testimonios en su contra.

Todo comenzó el 27 de octubre de 2015, dos días después de que Rodolfo Hernández ganara las elecciones a la Alcaldía de Bucaramanga. Luis Carlos Hernández se reunió con su amigo Luis Andelfo Trujillo —a quien conoce desde 2009— en un restaurante de la ciudad, en el que le presentaron a Carlos Gutiérrez, un abogado que más adelante actuaría como puente entre Hernández y los representantes de la sociedad Vitalogic. Carlos Gutiérrez le pidió a Luis Carlos Hernández que lo ayudara a reunirse con el nuevo alcalde para presentarle una propuesta sobre el problema que tenía Bucaramanga con las basuras, un tema clave para Rodolfo Hernández desde que hizo campaña para la Alcaldía de Bucaramanga en 2015.

Esta no fue la única vez que Luis Carlos Hernández y Luis Andelfo Trujillo se encontraron para hablar de negocios y las posibilidades que tenían para llevarlos a cabo en la alcaldía de la ciudad. Como Trujillo aseguró en interrogatorio, junto a Luis Carlos Hernández comenzó un desfile por varias secretarías, entre otras cosas, para conocer con más detalle el tema de las basuras.

Luis Carlos Hernández fue muy diligente para lograr una reunión entre el alcalde, Carlos Gutiérrez y los socios que contaban con la tecnología para el manejo de basuras. El encuentro se agendó para el 22 de abril de 2016 en el apartamento de Rodolfo Hernández. Además del alcalde, también estuvieron José Manuel Hormaza, Florin Volcinschi y Héctor Hernando Baquero, representantes de la tecnología WastAway en Colombia para el manejo de basuras, Carlos Gutiérrez y, por supuesto, Luis Carlos.

A pesar de que el hijo de Rodolfo Hernández dijo en interrogatorio que él solo los había ubicado en la sala donde se adelantaría la reunión, el mismo Carlos Gutiérrez le dijo a Trujillo que hablara con Luis Carlos Hernández para saber detalles del encuentro, que había dejado a Rodolfo Hernández “sorprendido” y “muy contento”, como lo describieron los asistentes.

Y como no, si el propio Rodolfo Hernández habría dicho antes de comenzar la reunión que solo tenía media hora para escuchar la propuesta, pero terminaron siendo 3 horas de encuentro, como Carlos Gutiérrez le confirmó a la Fiscalía en interrogatorio:

Fue en esta reunión donde el alcalde Hernández habría entregado información privilegiada para que los empresarios que luego conformarían Vitalogic estructuraran la propuesta ganadora, según el pliego de cargos que tiene la Procuraduría contra Rodolfo Hernández. Y para confirmarlo, una nueva reunión que también fue de conocimiento de Luis Carlos Hernández y Luis Andelfo Trujillo sería clave para entender cómo sucedió todo.

El 24 de junio de 2016 se daría la reunión definitiva para el negocio, como lo señaló Luis Andelfo Trujillo durante su interrogatorio ante la Fiscalía. En el hotel Marriot de Bogotá se encontraron Carlos Gutiérrez, quien a través de Luis Carlos Hernández logró presentarle el proyecto de las basuras a su padre; los representantes de la tecnología WastAway y el alcalde Hernández. Según Luis Andelfo Trujillo, en esta reunión el alcalde Hernández le dio vía libre al negocio, ordenando que pusieran al “calavera”, es decir, a la persona que haría los pliegos para que el contrato quedara en manos de Vitalogic.

Como es de conocimiento público, Luis Carlos Hernández —por sugerencia de su mamá, Socorro Oliveros— firmó un acuerdo con Luis Andelfo Trujillo, Carlos Gutiérrez y Jorge Alarcón, el “calavera” quien estructuró la licitación y fue contratado por la Empresa Municipal de Aseo de Bucaramanga (EMAB) al parecer por orden del alcalde Rodolfo Hernández, hecho por el que precisamente está acusado por la Fiscalía y ad portas de su juicio.

Y como se lo aseguró el propio Luis Carlos Hernández a Luis Andelfo Trujillo en medio de una discusión en un momento en que el negocio estaba naufragando, fue él quien intervino directamente con su papá para que el negocio fuera posible.

A pesar del material probatorio que tiene la Fiscalía, esta todavía no ha tomado ninguna medida en contra de Luis Carlos Hernández, quien se ha sostenido en que lo que hizo fue una imprudencia, pero no un delito. A sus 44 años, este ingeniero se ha mantenido en la misma línea del discurso de su papá, quien lo ha tildado de “ingenuo y estúpido”. 

El juicio de Rodolfo Hernández dio un giro especial por el fuero que adquirió al posesionarse como congresista, tras su segundo lugar en las elecciones presidenciales. Pero a Hernández además de su propio futuro judicial, también le genera temor lo que pueda suceder con su hijo, comprometido en este entramado de corrupción. Según el abogado Elmer Montaña, quien ha analizado las pruebas del caso, a Luis Carlos Hernández lo podrían imputar por concierto para delinquir, pero la gran pregunta que queda es: ¿por qué la Fiscalía no lo ha imputado pese a que dijo que lo iba a hacer hace más de dos años?