(23/07/2020)

Por: David González @Davo_gonzalez

El pasado 18 de julio, Claudia López, alcaldesa de Bogotá, aseguró que no hay ni habrá colapso, además dijo que todos los pacientes que requieran hospitalización serán atendidos oportunamente en medio de la pandemia que, hasta ahora, deja  1.627 muertos en Bogotá.

Según la información pública de Salud Data —un portal web de la Secretaría de Salud que tiene información completa y actualizada sobre el COVID-19—, con corte al 22 de julio, la capital incrementó el número de camas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) desde marzo con miras a contener el virus. Pasó de 945 a 1.762, de las cuales 1.394 están destinadas al cuidado crítico por COVID-19. Además, según la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y de Cuidados Intensivos, la Alcaldía Mayor logró bajar los índices de contagio R0 de 2.7 a 1.18, este índice R0 se usa para medir la velocidad de transmisión de una enfermedad.

Pero, para 14 asociaciones médicas y agremiaciones  la estrategia de la Alcaldía Mayor de ampliar la capacidad hospitalaria y esperar el coletazo del COVID no es ni será suficiente.

El concejal Diego Cancino del partido Verde, de la bancada oficialista, dice que la mejor forma de mostrar que Bogotá ha manejado la crisis de la mejor manera, son los resultados en términos de tasas de muerte por millón de habitantes.  “Acá hemos hemos tenido que estar cambiando y tomando decisiones porque las dinámicas son inciertas, es decir se necesita una política pública muy adaptable a los cambios imprevistos y en ese sentido Claudia López lo ha hecho muy bien”.

Pero, para 14 asociaciones médicas y agremiaciones la estrategia de la Alcaldía Mayor de ampliar la capacidad hospitalaria y esperar el coletazo del COVID no es ni será suficiente. Estas son las razones:

1. “La alcaldía de Bogotá tuvo una estrategia médica derrotista” , FEDESALUD

El doctor Félix Martínez reconoce que el sistema de salud colombiano arrastra años de fallas estructurales, pero aún así cree que se pudo hacer mucho más.  “En otros países no dejaron llegar la curva, buscaron cada caso y pararon la pandemia. Incluso en Europa que vivió una situación grave tienen ahora equipos persiguiendo cada caso.  Esta es la única forma de frenar esto, no solo mirar si tenemos el número de ventiladores para cuando llegue la fase aguda», dijo Martínez. 

El Doctor Hernán Bayona del Colegio Médico de Bogotá coincide con ese análisis.  Cree que se necesitaba aumentar el número de equipos básicos de atención primaria y hacer cercos epidemiológicos más efectivos. “Bogotá está haciendo un esfuerzo muy grande en el número de pruebas, pero hay que hacer muchísimo más porque la velocidad y el número de casos supera la capacidad de las pruebas”, dijo Bayona. Según él, por cada caso positivo de COVID hay que hacer 100 pruebas, además de aumentar la velocidad de respuesta de las Entidad Promotora de Salud (EPS).

Sobre las EPS, el Concejal del Polo Democrático, Carlos Carrillo, dijo a Cuestión Pública que la alcaldía parece no querer molestar sus intereses, ni siquiera en medio de la crisis. “[Claudia López, alcaldesa mayor de Bogotá] debió asumir la rectoría completa del sistema de salud  porque acá tenemos unas EPS, unos aseguradores privados con ánimo de lucro, que pueden estar siendo un obstáculo. Y claramente lo son ya en la entrega de los resultados”, agregó.

Para Carrillo, la alcaldesa López le ganó el pulso político al presidente Iván Duque cuando el mandatario no quería cerrar la ciudad, pero de poco sirvió ese triunfo hasta entonces:  “No ha cumplido con lo que prometió que era preparar la ciudad para la crisis, ella fue al Concejo y nos dijo que a mitad de mayo iba a tener 4.000 UCIS en Bogotá, estamos a finales de julio con poco más de 1.500.” 

“de nada sirve identificar a un paciente positivo si se demoran tres semanas en dar los resultados (…) La lucha contra el contagio está perdida si tenemos ese retraso en las pruebas y el diagnóstico.”

Agregó que la falta de iniciativa para “poner en cintura” a las EPS ha llevado la pandemia a un panorama en el que no se hacen testeos masivos y el virus se transmite con facilidad, “de nada sirve identificar a un paciente positivo si se demoran tres semanas en dar los resultados (…) La lucha contra el contagio está perdida si tenemos ese retraso en las pruebas y el diagnóstico.”

El doctor José Luis Accini, Presidente Nacional de la Asociación Colombiana de Cuidado Intensivo y Medicina Crítica, reconoce los esfuerzos que ha hecho la alcaldía, pero se distancia de las recientes medidas para controlar la pandemia. Concretamente la decisión política de manejar la crisis de salud de manera sectorizada, con cuarentenas por localidad, y no de manera global. “La medida no sirve porque tenemos más del 90% de las camas ocupadas (…)  Hay que ver la ciudad como un todo, no como un sector. La medida debería, en aras de esto, no ser sectorizada, sino generalizada.”, explicó.

Para la doctora Carolina Corcho, de la Federación Médica, las medidas debieron ser mucho más agresivas y de fondo: “Tenía que haber ampliado la capacidad en salud pública, la capacidad preventiva, desplazar ejércitos de personal en salud en todos los rincones de Bogotá, eso no lo hizo. Hacer testeos, poner en cintura las EPS y pedir la rectoría para el seguimiento de las pruebas, porque hasta ahora el 65% de las pruebas las hacen las EPS”.

2. La mayoría de los fallecidos ni siquiera pasan por una UCI en Bogotá

Según los propios datos del Observatorio de Salud de Bogotá, la ciudad vivirá el pico de la pandemia, suponiendo que haya un 60% de distanciamiento social, la primera semana de septiembre. A cinco semanas de esa fecha, el sistema de salud de la ciudad ya está al borde del colapso. El doctor Félix Martínez, presidente de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de la Salud y la Seguridad Social, dijo que la velocidad de propagación del virus hace prever que: “tendremos una tragedia en el nivel de los hospitales en los próximos días».

La mayoría de hospitales de la ciudad ya están colapsados, especialmente en la zona sur, occidente y centro de Bogotá, en esos centros de salud ya eligen qué pacientes deben ser salvados. Los pacientes contagiados por COVID-19 de los estratos con menos ingresos viven un calvario y la mayoría de los muertos no pasa por una UCI, según los datos reportados. 

 

Pero la situación es más grave. Cuestión Pública conoció la respuesta de un derecho de acceso a la información presentado por la Federación Médica a través del congresista Wilson Arias a la Secretaría de Salud en el cual señala que el 65% de los fallecidos por COVID en Bogotá murió sin pasar por una UCI.

 

Las cifras entregadas con corte al 6 de julio muestran que 535 personas de 831 fallecidos, murieron en camas de hospitalización general y  24 en sus casas. La doctora Corcho de la Federación Médica se preguntó: “¿por qué el mayor porcentaje de mortalidades se presenta por hospitalizaciones sin llegar a UCI, si supuestamente el sistema no está colapsado?”.

El concejal Carrillo dijo a Cuestión Pública que cuando elevó una pregunta similar a los funcionarios de la secretaría de Salud:“no hubo una respuesta clara, fue una respuesta muy del corte de la alcaldesa, de decir que eso lo deciden los médicos”.

En la última rueda de prensa del pasado  21 de julio, la alcaldesa López explicó sin dar mayor detalle que: “No todos los enfermos, antes de morir, necesitan una UCI».

Para Carrillo, la situación va más allá de simples decisiones médicas: “me han llegado casos de personas que dicen que a pesar de que el médico tratante ya los remitió a la Unidad de Cuidado Intensivo, la persona murió a la espera de una UCI, ¿entonces ahí quién es el responsable?”.

Actualmente Bogotá tiene una ocupación del 91.7 % de las UCI, según el portal Salud Data.

“Si mueren 400 personas sin llegar a las UCI, obviamente vas a tener las UCIS descongestionadas”

Y las cifras oficiales que tiene la Federación Médica parece indicar que no es el único caso. 

Carrillo agregó que además de la certeza de las muertes de personas que no fueron atendidas en UCIS, está el hecho de que la alerta naranja en la ciudad se decretó cuando había poco más del 50% de ocupación.  “Recibí una denuncia de una persona que le negaron el servicio porque la estaban reservando para menores de 75 años, eso quiere decir que ya estamos en una situación tan alarmante como en otros países, estamos ante un colapso del sistema y nos lo están ocultando”.

Aunque dijo que más allá de la alcaldía, los principales responsables son las EPS y las IPS (es decir, todas las instituciones que prestan los servicios médicos de consulta, hospitalarios, clínicos y de cuidados intensivos) privatizadas que buscan reducir gastos a costa de los pacientes.  “Las IPS públicas son casi inexistentes. El 97% de la salud está en manos de privados o mediadas por el negocio. Eso es muy grave.” 

Y lo peor todavía está por venir.  

3. ¿Discriminación por estrato?

El Doctor Hernán Bayona explicó que «cuando no había cuarentena, antes del COVID, y los hospitales superaban el 75% de ocupación, los médicos intensivistas afirmaban que estaban en estado de colapso por el estrecho margen de maniobra». Ahora los primeros centros de salud que ya están en rojo son los de las localidades con menos ingresos.

http://saludata.saludcapital.gov.co/osb/index.php/datos-de-salud/enfermedades-trasmisibles/ocupacion-ucis/

“Los hospitales del centro y sur de Bogotá están básicamente al 100% y tienen que tener en cuenta los servicios de urgencia, en algunos hay ocupación del 200%, 150%. Un hospital tan grande como el Mederi está al 118%, los pisos ‘COVID’ están a reventar y están desplazando a otras enfermedades o pacientes por causas violentas, que no han disminuido”, explicó Bayona.

http://saludata.saludcapital.gov.co/osb/index.php/datos-de-salud/enfermedades-trasmisibles/covid19/

Según Salud Data,  el COVID-19 se ha desarrollado epidemiológicamente especialmente sobre cuatro localidades: Kennedy, Suba, Bosa y Ciudad Bolívar. Aunque en marzo, cuando la enfermedad llegó a la capital era Usaquén, Chapinero y Suba, al norte de la ciudad, las que presentaban mayor número de casos. 

El virus llegó al sur y arrasó. “Las localidades del sur de la ciudad y las del occidente, Engativá, Fontibón están a reventar. Están claramente en una situación de crisis y son los que más están sufriendo”, agregó  Bayona.

Salud Data describe así la situación en el sur de la ciudad: “La localidad de Kennedy registra el 16,8% de los casos de la ciudad, Suba el 11,4%, Bosa el 9,9%, Ciudad Bolívar el 8,7% y Engativá el 8%; estas cinco localidades aportan el 54,8 % de los casos confirmados en el Distrito”. Que hoy, según información del Instituto Nacional de Salud, acumula 70.849 casos de contagio por el virus.

“están priorizando los ingresos de quienes tienen medicina prepagada, dejando en espera a los menos afortunados”   

Pero la deficiente atención no es solo para los casos COVID-19 que resultan en hospitalización. Francisco Castellanos, director de la organización Defensa del Paciente, dijo a Cuestión Pública que recibe quejas a diario con demoras en las pruebas diagnóstico, en los resultados de las mismas y “están priorizando los ingresos de quienes tienen medicina prepagada, dejando en espera a los menos afortunados”.

4. El caso de una familia con COVID en Bogotá

El caso de Sandra * ejemplifica lo que viven cientos de bogotanos de las localidades con menos ingresos y que no tienen cómo ser atendidos. Su hermano que vive junto a ella y otros seis miembros de la familia en una localidad de San Cristóbal empezó a manifestar 15 días atrás síntomas de COVID-19.

Vía telefónica le dijeron que tomara acetaminofén y suero mientras podía ser atendido. Fue al centro de La Castellana a tomarse la prueba. “Cuando llegó había una fila tremenda, él estaba en muy mal estado de salud. De hecho, la gente a su alrededor al ver la forma en la que estaba tosiendo entró al centro médico a decir que agilizaran la atención porque los estaban exponiendo. Le tomaron la prueba y hasta ahí quedó todo con la EPS”.

La respuesta de la prueba no llegó. Pasaron los días y Sandra decidió llevar a su hermano de 38 años a una de las carpas de la Secretaría de Salud. El diagnostico, días después, fue positivo. La EPS llamó para decirle que debían hacerle una segunda prueba, pero su preocupación ahora eran los tres adultos mayores que viven con ellos, sus papás y su suegro.  

“Esperamos los resultados de las pruebas encerrados  por completo en la casa. Mi sobrino va y nos trae comida. Y aquí estamos con aguas aromáticas,  eucalipto, limón y jengibre. También llamamos al 123 y nunca pudieron conectarse con la Secretaría de Salud”, contó Sandra. 

La familia entera tuvo que madrugar para hacerse la prueba en el salón comunal de Villa de los Alpes. El primer día llegaron a las siete de la mañana y ya no había fichas disponibles. Regresaron al día siguiente a las 3:30 a.m. A las ocho, luego de obtener una de las 130 fichas que repartió la alcaldía, les hicieron la prueba. 

“Esperamos los resultados de las pruebas encerrados  por completo en la casa. Mi sobrino va y nos trae comida. Y aquí estamos con aguas aromáticas, eucalipto, limón y jengibre. También llamamos al 123 y nunca pudieron conectarse con la Secretaría de Salud”, contó Sandra.

Para ella lo más grave es que sin la evidencia de que son positivos por COVID-19 pueden perder su trabajo. “Me pregunto, si estás contagiado, te dicen espere 10 días y tienes una necesidad muy grande de trabajar, no te van a dar incapacidad y no hay ninguna otra manera de confirmar con tu empresa que estás contagiado, ¿qué haces? pues salir a trabajar y terminar exponiendo a todo el mundo”. 

En defensa de la Alcaldía

Cuestión Pública buscó infructuosamente a la Secretaría de Salud para que respondiera a los múltiples interrogantes sobre la estrategia que lidera la Alcaldía de Claudia López. Sí respondió al llamado el concejal Diego Cancino quien resalta el liderazgo que ha tenido la gobernante en medio de una crisis que golpea fuertemente a todas las ciudades de latinoamérica. 

Para el concejal es prueba de ese liderazgo el simulacro obligatorio del pasado 22 de marzo, cuando el Gobierno nacional dudaba en sí decretar la cuarentena total o no y la alcaldesa dio el primer paso. “Esa fue una decisión brillante y oportuna en un momento indicado, una decisión que ha salvado vidas”.

“el 21 de julio Claudia  habló muy duro contra las EPS. Pero las EPS no dependen de ella, ese es el gran problema de esta ciudad.”

Frente a las denuncias que plantean las asociaciones, Cancino señala que el mayor obstáculo en la lucha contra la pandemia han sido las EPS. “La alcaldesa tomó la decisión de manejar las UCI. Esa decisión era muy difícil de tomar porque la mayoría de las UCI la manejan las EPS, en ese orden de ideas son las EPS quienes tienen que ver que esto ya no como un negocio, sino como un derecho.”

El concejal Cancino cree que los esfuerzos de la alcaldesa se ven reducidos por la falta de colaboración de las Prestadoras de Salud. “El 21 de julio Claudia habló muy duro contra las EPS. Pero las EPS no dependen de ella, ese es el gran problema de esta ciudad”, dijo.

El concejal cree que el sistema de salud nacional mostró todas sus fracturas frente a esta pandemia, que es allí hacia donde deben apuntar los señalamientos y que se requiere un sistema público fuerte que busque a la persona y no uno donde los ciudadanos tienen que pelear con tutelas por sus derechos.  “Nosotros no podemos cambiar el modelo de salud pública nacional que colapsó, porque tiene detrás un negocio de los cobros, recobros y recontracobros. Lo que necesitamos es repensar el modelo de salud, para que la vida sea un derecho y no un bien a través del cual se enriquezcan las EPS”, concluyó. 

*Nota editorial: tras publicado este artículo, la doctora Carolina Corcho solicitó retirar algunas pronunciaciones por considerar que podía generar pánico y demandas a la Federación Médica*

Con el apoyo de:

Sin ti, no hay periodismo independiente.
Defiende el periodismo en el que crees con tu abono.

Hazte gestor de
Cuestión Pública aquí

¿Quiéres contarnos una historia? Te mostramos la forma segura y confidencial de hacerlo Ver Más