Martha Mancera, ¿la verdadera fiscal general?
(27/02/2022)
A la vicefiscal general la rodean serios cuestionamientos: desde entrañables amistades con fiscales acusados de hacer favores judiciales a narcos en Cali, hasta investigaciones en curso por supuestamente recibir dinero a cambio de no hacer su trabajo como fiscal en Buenaventura. Aunque maneja un discreto perfil fuera de la Fiscalía, fuentes de alto nivel la describen como el poder real detrás de la entidad.
Por: El Escarbabajo de Cuestión Pública
Martha Mancera ha pasado de agache ante la opinión pública. Pero no ha sido así al interior de la Fiscalía, donde acumula casi 30 años de carrera. “Ella es quien manda en la entidad, Francisco Barbosa es una pantalla”, dijo a Cuestión Pública de manera independiente una fuente de alto nivel que pidió proteger su identidad. Una segunda fuente lo confirmó.
Quienes han trabajado con ella y decidieron hablar bajo reserva, porque sobre Mancera pocos se atreven a hablar con nombre propio, conocen el trato que da a sus amigos y a quienes gradúa de enemigos. Ella es de odios y amores, relatan.
“Su gran pecado ha sido el amiguismo. Se ha metido en los círculos de poder. Ha sido estratégica al saber a quién toca y a quién no. Pero en cuanto a actos de corrupción cuando trabajé con ella no me consta, ni tampoco que haya pedido plata por algo”, le aseguró a Cuestión Pública un exfuncionario de la Fiscalía que trabajó con ella y que pidió reserva.
Esto último está por determinarse. El 31 de octubre de 2016 la Fiscalía General la demandó por presuntamente haber recibido dinero para no destruir una mercancía incautada por la Dian en Buenaventura, avaluada en $17 mil millones cuando fungía como fiscal allí, según la información que reposa en la Rama Judicial. Pero el exfuncionario que habló bajo reserva corrige el documento: “Ella no fue fiscal de Buenaventura como dice la Rama, fue directora seccional de Fiscalías de Buga, que extiende su jurisdicción a Buenaventura”.
El proceso fue radicado ante la Comisión Seccional de Disciplina Judicial de Cali. Un año después, el expediente llegó a manos del entonces magistrado Álvaro Acevedo Leguizamón, que resolvió no iniciar una indagación preliminar contra Mancera, según la Rama Judicial. Cuestión Pública quiso entender por qué decidió abstenerse de investigar a Mancera, pero tras varias insistencias a su jefe de prensa, Acevedo no apareció.
El caso estuvo detenido durante un año, hasta que en febrero de 2019, tras resolver una apelación, la magistrada Julia Emma Garzón de Gómez decidió que sí había mérito para continuar con la indagación. Garzón revocó la decisión de Acevedo y revivió el caso, que sigue su curso en el Consejo Superior de la Judicatura en etapa preliminar, y, por tanto, en reserva.
Tras inhibirse de actuar contra Mancera, Acevedo le dio vuelo a sus aspiraciones políticas y en 2019 fue elegido concejal de Bogotá por el Partido Liberal. La alegría le duró poco. Un año después, fue demandando junto a otros dos magistrados que trabajaron con él en la Sala Disciplinaria del Consejo Seccional del Valle del Cauca: Luis Hernando Castillo Restrepo y Gustavo Adolfo Hernández Quiñonez.
Los tres magistrados son investigados por posibles irregularidades en un caso que se adelantó en el juzgado 3 del circuito de Buenaventura. Aunque el expediente es reservado y no es claro qué proceso se llevó ante ese despacho, lo llamativo es que los tres magistrados recibieron entre 2009 y 2018 expedientes disciplinarios contra Martha Mancera: dos de ellos los archivaron y uno se inhibió para darle vida al caso.
Al magistrado Gustavo Hernández ya le había correspondido otro caso disciplinario contra Mancera en 2004 cuando se desempeñaba como fiscal coordinadora de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Cali, pero también terminó archivado. Cuestión Pública solicitó a través de un derecho de petición este expediente, pero no ha recibido respuesta.
“El día a día de la Fiscalía lo dirige ella”
En Cali recuerdan que Mancera llegó a esa ciudad de la mano del fiscal Fernando Jiménez, “un hombre con muchos defectos, pero honesto” y así empezó su carrera. “Ella no es una fiscal de juicios y audiencias, no es una gran litigante en la Fiscalía. Su labor, que ha sido muy importante, ha sido en términos de resultados operativos. Esa ha sido su gran virtud cuando fue fiscal en Cali, fue muy diligente”, señaló Elmer Montaña, abogado y exfiscal.
Pero le reprochan que al llegar a Bogotá “se olvidó de los graves problemas de corrupción y miró para otro lado (…) Ella sabe quiénes hacen parte de las estructuras corruptas en el Valle del Cauca, sobre todo la corrupción en la Rama Judicial”, agregó el exfiscal.
Otras dos fuentes de alto nivel que nos hablaron de manera independiente coinciden en el poder que ha acumulado en la Fiscalía General.
“Barbosa no sabe qué es la Fiscalía, qué hace la Fiscalía. Él es la figura decorativa que la dirige, pero el día a día lo maneja ella (Mancera). Todo está delegado en ella. Mire por ejemplo los nombramientos de delegados y directores: todos son funcionarios cercanos a ella. En todo encuentras relación con Cali”, señaló otra fuente.
El 5 de octubre de 2020, María Elena Monsalve, con quien ha tenido un vínculo según la columnista Cecilia Orozco, fue designada de manera interina como directora nacional de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico. Luisa Fernanda Obando, quien sería la mano derecha de Mancera, de acuerdo con una fuente que habló bajo reserva, fue designada el 15 de diciembre de 2020 delegada para la Seguridad Ciudadana de la Fiscalía. El cargo de director nacional del CTI fue anunciado por Barbosa en febrero de 2020: se trata de Alberto Acevedo Quintero, quien antes de eso se desempeñaba como asesor de Fiscalías y Seguridad en la Seccional Cali.
Sobre esto último profundizaremos más adelante. Enviamos un derecho de petición a la Fiscalía para conocer a detalle los nombramientos en la entidad en los últimos años, pero la información fue negada por tratarse supuestamente de información privada de los funcionarios. Insistimos y la batalla sigue.
Cuestionados amigos
La hoja de vida, como los al menos nueve procesos disciplinarios que se han abierto contra Mancera durante su carrera, siguen sin ver la luz. Después de ser directora seccional de Fiscalías de Buga y del Valle del Cauca y directora seccional del CTI de Cali, Mancera asumió la dirección de la Unidad Especial de Investigación para el Desmantelamiento de Organizaciones Criminales en noviembre de 2017. Fue el entonces fiscal general Néstor Humberto Martínez, salpicado por el caso Odebrecht, quien la nombró.
“Ella ha ido creciendo en la Fiscalía, en parte, a que desde hace muchísimo tiempo tiene muy buena relación con los órganos judiciales de otros países como la DEA, que han sido muy leales con ella y le han retribuido todo con creces”, le dijo a Cuestión Pública el exfiscal Montaña.
El 17 de febrero de 2020 fue designada por el fiscal Francisco Barbosa como vicefiscal general, el cargo de más alto rango que ha ocupado hasta ahora. A su lado, Barbosa prometió “luchar contra la criminalidad”. Pero su amistad con Iván Aguirre Benavides y Ana Victoria Nieto, dada a conocer por Caracol Radio, puso los reflectores sobre ella. Ambos funcionarios enfrentan un juicio por presuntamente pertenecer a una organización judicial que recibía dinero a cambio de evitar capturas y ‘engavetar’ procesos contra narcotraficantes en Cali, como Jair Sánchez Hernández, alias ‘Mueble Fino’. También por amenazar testigos y fabricar procesos falsos contra otros funcionarios.
La relación de Mancera con ellos ha sido tan estrecha que incluso los dos fiscales especializados de Cali se han quedado en su casa, como reveló Caracol Radio. En un derecho de petición contestado al medio, la vicefiscal señaló que desde ese cargo “no ha impartido trámite alguno en relación (al proceso de Nieto y Aguirre)”.
Pero dos fuentes de alto nivel no dan crédito a su declaración. “Los amigos a los que ella ha intentado proteger del caso de Cali montaban falsos positivos judiciales”, nos dijo una de ellas, que la describe con temor. También coinciden en la lealtad que muestra con sus amigos y los alcances que tiene con sus enemigos.
La detención de Nieto el 24 de mayo de 2021 fue la cuarta captura que se dio en medio de un proceso que adelanta la Fiscalía contra funcionarios en Cali por presunta corrupción y nexos con la mafia, según El Tiempo. Nieto y Aguirre habrían estado al servicio de Jair Sánchez, alias ‘Mueble Fino’, cobrador de cuentas del Cartel del Norte del Valle, según la Fiscalía. Ambos niegan estos hechos. La recaptura de este último en mayo de 2021 se deriva de esta investigación.
El abogado Raimundo Tello, conocido por vínculos del pasado con Hernán Darío Escobar, defensor de narcotraficantes, también ha sido del círculo de Mancera, de acuerdo con el exfiscal que habló con este medio. De hecho, Raimundo es quien representa a Nieto en el juicio bautizado como el de los “narcofiscales”. Es también abogado del alcalde de Cali, Jorge Ospina y cercano a Gloria Arizabaleta, exfiscal y esposa del senador Roy Barreras.
Sobre Mancera las opiniones vienen y van. Pero hay hechos que no están en duda: la investigación que cursa en su contra por presuntamente no destruir una mercancía incautada por la DIAN y su estrecha amistad con personas que han terminado vinculados en casos muy serios.
Cuestión Pública consultó a la vicefiscal. De entregarnos sus respuestas, serán adjuntadas.
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