Él es el sustento de la casa, responde por sus hermanos menores, uno de 16 en condición de discapacidad severa del cual no me puedo separar y una nena de nueve años. Trabajó en la panadería Romanov pero en mayo perdió el trabajo, por la pandemia y la cuarentena. Es muy trabajador, no se dejó vencer y comenzó a vender chorizos con arepa en la calle. Sumado a la situación de mi hijo, tengo una orden de desalojo para el 29 de septiembre, porque no hemos podido pagar dos meses de arriendo.

Me siento nerviosa, alterada, cada vez más desorientada, desesperada. Si mi hijo se muere se me llevan mi vida entera, mi mano derecha, mi sustento, mi apoyo, mi todo. Necesito ayuda. En el Hospital de Bosa no me dan información de la bala para esclarecer los hechos. Necesito saber qué asesino de esos fue el que le disparó. Necesito respaldo porque quiero demandar ante la Fiscalía y la Procuraduría.

Quiero pedirle al presidente Ivan Duque que haga justicia, que saque una ley para esos asesinos, porque desafortunadamente eso es lo que son, unos asesinos. Hoy en día nos tenemos que cuidar de ellos, en vez de que ellos nos cuiden a nosotros. Yo le pido al Estado Colombiano que haga justicia, no solo por mi hijo sino por todos los nueve jóvenes que también llegaron con balazos al Hospital de Bosa la noche del nueve de septiembre.

Con el apoyo de