(20/09/2020)

Tres monólogos y lo que hizo falta para el desayuno del otro día

Para la reconstrucción de esta historia participaron las voces de Carolina Hurtado, hermana; Luisa Moreno, amiga; y Alirio Uribe, abogado. 

Christian vivía en Ciudad Verde, Soacha, con la esposa y con la niña de la esposa, prácticamente él era quien criaba a la niña. Mi cuñada, la esposa de mi hermano, me cuenta que él salió después de verse la novela que normalmente ve en las noches. Antes de salir, él le preguntó: “¿Qué hace falta para el desayuno del otro día?”. 

— Voy a hacer sándwich, pero no te preocupes, mañana compro las cosas — Le dijo la cuñada.

— No, yo lo voy a comprar. Respondió Christian — Se cambió su pijama por una sudadera y salió en busca de los ingredientes del desayuno. 

No llevó billetera ni documentos, pues porque uno sale así de repente. No llevó nada de eso. Le dijo a la esposa: “Me llamas por si se te olvida algo”. Ni siquiera se despidieron porque esperaban verse al rato. 

A las 10:05 p.m. mi cuñada abrió la nevera y se acordó que había que comprar unas salchichas, entonces lo llamó, pero él ya no le contestaba. Ella lo siguió llamando desde el teléfono fijo y el celular, insistente. Después me escribió diciéndome que me comunicara con ella. Y en ese lapso contestó un señor.

— Oye, lo que pasa es que tu esposo… 

— ¿Con quién hablo?, ¿dónde está mi esposo?

A lo que el señor continuó.

— Su esposo está en el hospital muy grave, por favor traiga los documentos de él.

El señor era un policía. Lo identificamos cuando llegamos al hospital. Y pues lo que se le vino a la cabeza a mi cuñada fue llevar los documentos de mi hermano y ropa, porque pensó que estaba herido o algo. Yo vivo a dos cuadras del hospital, así que bajé con mi esposo. 

Me dejaron entrar apenas llegué y me recibieron policías de la SIJIN* que me pidieron el documento de identificación de mi hermano. Inmediatamente les pregunté: “¿Qué pasó?, cuénteme qué pasó, necesito saber qué pasó”.

Pero solo me hacían preguntas sobre mi hermano, que a qué se dedicaba y preguntas relacionadas a lo que hacía él. Comenzaron a tomarle fotos a la cédula, se las quité de las manos y me fui. Insistieron: “Señorita necesitamos saber qué hace su hermano” y groseramente les contesté: “¿a ustedes qué les importa?”

Mi hermano Christian trabajaba en el relleno doña Juana, un consorcio de basuras aquí en Bogotá, era electricista. Finalmente les contesté a los policías en qué trabajaba y que vivía con su esposa. Me fui a donde se abren las historias clínicas, pasé el documento y pedí que hicieran una historia clínica.

Una de las mujeres que estaban ahí me dijo que llegaron tres personas fallecidas y una de ellas correspondía a la del documento que acababa de entregar. Quedé pasmada, totalmente. 

En ese momento se me vino todo abajo. Me dije: «Tengo que identificarlo para descartar si es realmente o no mi hermano.» Cuando ingresé [a la morgue] lamentablemente vi a mi hermano, lo destaparon y solo me dejaron ver una parte. Yo les dije que lo quería ver bien, porque uno nunca está seguro y más en las condiciones que se encontraba: tenía la cara toda llena de sangre. Se le veía partes de esquirlas en la ceja izquierda y tenía el ojo muy muy hinchado. 

Tenía las facciones un poco cambiadas entonces me dejaron verle toda la cara y vi su barba, fue en ese momento que dije: «Es él». 

Me acerqué para verle los tatuajes del brazo, mi hermano tenía bastantes tatuajes en el brazo. Quería estar cien porciento segura. Pero me detuvieron diciéndome que él estaba desnudo, que era muy impactante. Entonces llamé a mi esposo y él me dijo que mi cuñada ya había llegado al hospital y que me estaba escuchando por el altavoz del teléfono. Salí y pedí que dejaran entrar a la esposa de mi hermano, pero ella no entró a verlo, no fue capaz.

En el camino a la salida del hospital pensaba ¿cómo le voy a decir a mi mamá?, ¿cómo le voy a decir a mi hermana, a mis familiares? Cuando quise volver para saber qué más me decían no me dejaron ingresar al hospital. Todo pasó en un periodo de 20 minutos. No llamé a mis papás porque los dos sufren de la tensión y no quería que les pasara algo, eso no me lo perdonaría. A las 3:30 a.m. se llevaron el cuerpo para Medicina Legal.

En el camino a la salida del hospital pensaba ¿cómo le voy a decir a mi mamá?, ¿cómo le voy a decir a mi hermana, a mis familiares? No llamé a mis papás porque los dos sufren de la tensión y no quería que les pasara algo, eso no me lo perdonaría.

No me dijeron por qué había fallecido mi hermano, no sé si fue por una piedra, si llegó con signos vitales. Es la hora que no sé nada. Lo que se sabe es que las personas que fallecieron fueron por heridas de arma de fuego.

Su esposa después me dijo: “Yo no sé si realmente él salió para comprar queso”. Con todo esto, uno se pone a pensar qué era lo que él realmente hacía ahí, porque él hace mucho tiempo no iba a marchas, incluso desde que estaba con ella. Estaba en otra sintonía. Es el interrogante de saber con qué intención salió. Pero esto no tenía que pasar, sin importar la intención con la que él hubiese salido. 

Ayer [16 de septiembre] tuvimos una reunión con el alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, y la señora Nancy Patricia Gutiérrez [consejera presidencial para los Derechos Humanos]. Yo les expresé que en las únicas personas de la Policía en que puedo confiar en este momento son dos familiares que son de la institución. 

Mi primo policía, que es la persona que más compartió con Christian, no lo podía creer. Dijo que esa no era la única manera de reaccionar. Porque así como ellos [los policías] tienen familia, los civiles también. Quedó anonadado por Chris, porque él sabía que no era una persona de problemas. 

El señor [alcalde] Carlos Saldarriaga dijo que no debíamos manchar el nombre de la institución, pero ellos manchan a la gente con sangre y con dolor.

***

Me enteré sobre las 3:30 a.m. cuando me llamó una compañera que es trabajadora social y esa noche estaba de turno en el hospital donde labora. Ella vio la publicación de Heiner Gaitán, el concejal de Soacha. Él fue la primera persona que publicó en redes sociales oficialmente lo de la muerte de Chris. 

Mi amiga me llamó, me preguntó si yo sabía qué había pasado. Yo no tenía ni idea.

— Parce, tengo que contarle algo que es muy grave…

— No, pues, pero cuénteme ya.   

— ¡Parce, mataron a Chris! 

Tengo claro que todo Bogotá estalló. Vi noticias todo el tiempo, incluso me acosté sobre las 10:00 p.m., que es el momento en que muere Chris, que asesinan a Chris. Esa noche yo no me quería acostar, tenía nervios.

Mi postura frente a la situación es bien crítica. Jamás va a haber ninguna justificación para que los policías puedan atacar a manifestantes con armas de fuego. Revisando, buscando videos de pruebas para lo de Chris, me di cuenta que en los videos se ve claramente — y esta no es una hipótesis— que los policías, al verse acorralados empiezan a disparar desde el techo de la Estación de Policía. 

En el video también se ve que pasa una chica herida por un arma de fuego en la pierna o en el pie. Luego la persona que grabó el video gira y ahí es cuando se ve el cuerpo de Chris. Allí se ve el cuerpo de Chris caído, aunque no es totalmente nítido. 

En ese mismo video se ve que luego va pasando un carro, el conductor mira el cuerpo. Lo que yo veo en el video es el cuerpo de Chris caído y que llegan policías sin moto, caminando, que rodean el cuerpo y que otros dos policías le hacen señas al señor del carro para que se devuelva. La Policía monta el cuerpo de Chris al carro. Entonces una de las grandes preguntas que tenemos frente a la situación es por qué rompen la cadena de custodia [del cuerpo]. Si Chris falleció en ese momento los policías no podían levantar el cuerpo a menos que quisieran prestarle los primeros auxilios.

El carro no sale de inmediato para el hospital sino que entra a la estación de Policía con el cuerpo de Chris. 

Esas son las preguntas que uno hace: ¿Por qué rompen la cadena de custodia?, ¿por qué el cuerpo de Chris en el carro entra a la estación de Policía?. Se nos hace muy extraño, son cosas que no comprendemos.

[Un video publicado en las redes sociales muestra cómo agentes de policía suben el cuerpo al vehículo 4 minutos después de que suenan los disparos. Alrededor de siete minutos después, luego de que la cámara ha estado filmando en otra dirección, quien graba el video dice en voz alta: “Y bueno la camioneta la entraron fue a la Estación porque la camioneta ni siquiera arrancó. Otro legalizado, y ahí queda la situación en este país.”]

Esas son las preguntas que uno hace: ¿por qué rompen la cadena de custodia, ¿por qué el cuerpo de Chris en el carro entra a la estación de policía?

***

Chris era como un hermano para mí. Era una persona demasiado noble. Siempre estuvimos a favor de pensarnos otras cosas posibles desde el arte, porque a Chris le encantaba la literatura y la poesía.

Nosotros comprendemos la realidad en la que estamos, Soacha es un municipio que tiene un montón de contradicciones internas, hay una sobrepoblación gigante y no hay suficientes oportunidades para toda la gente. Por eso la mayoría tenemos que emigrar a estudiar en Bogotá, buscar oportunidades allá, porque acá no hay, a nivel de universidad, hospitales, no hay nada. 

El municipio es epicentro de los falsos positivos, donde hay luchas históricas de personas que quieren hacer memoria, de mamás y de mujeres que están luchando porque el nombre de sus hijos siempre esté en alto, que no los manchen. Creo que eso también es lo que estamos tratando de hacer con Chris. Chris era una persona supremamente familiar, estaba pensando en tener hijos. Era una persona soñadora a morir, tenía muchísimos sueños.

Una de las cosas más lindas que nos deja Chris es reconocer la empatía como un principio innegociable. O sea, si tú no sientes empatía por lo que está pasando, no estás haciendo nada en este mundo. Lo más triste para mí es pensar que a Chris lo torturaron, que le pudieron hacer muchísimo daño para que terminara como terminó. Porque si hubiese sido sólo un impacto de bala y ya… pero no, el cuerpo de Chris tiene muchas otras marcas que son la muestra de que posiblemente lo torturaron y creo que eso es lo que más me duele, que la sevicia está ahí.

El cuerpo de Chris tiene muchas otras marcas que son la muestra de que posiblemente lo pudieron torturar y creo que eso es lo que más me duele, que la sevicia está ahí.

¿Ustedes han visto las declaraciones del Gobierno y de la Alcaldía acá del municipio? ¡No! Es el apoyo total a la Policía y al cuerpo de la Policía. Quizás una burla para las víctimas pero así lo asumieron. Y así lo decidieron. Creo que es un mensaje bien claro frente a las víctimas y a lo sucedido el nueve de septiembre.  

***

Es increíble que la familia ni siquiera sepa dónde cayó el cuerpo ni qué le pasó.

Todavía no hemos tenido ningún contacto con la Fiscalía para el caso. Ellos [la Policía] manipularon toda la información, porque ellos ya saben que no tienen una explicación de por qué le disparaban a la gente desde allá [de la Estación]. La gente trató de meterse a los CAI* pero eso no les autorizaba para dispararle a la gente, la gente estaba en una protesta. Hay que tener proporcionalidad en el uso de las armas.

El problema que yo veo es que el comandante general de la Policía dice que tiene 59 investigaciones disciplinarias. Lo que nosotros hemos hecho es decirle al procurador general que estas investigaciones no pueden llevarse por la vía de Control Interno de la Policía, sino que deben llevarse por competencia preferente por la Procuraduría General de la Nación. 

Hoy [17 de septiembre] hubo una audiencia en el Congreso sobre esos hechos y la Procuraduría informó que le pidió competencia a la Policía para hacer esas investigaciones disciplinarias, pero nosotros tenemos conocimiento que la Policía sigue haciendo actuaciones judiciales y de investigación. Insistimos en que sea un órgano independiente, ajeno a esta institución, el que realice las investigaciones disciplinarias.

Cuando estuve en el lugar de los hechos, tanto en Ciudad Verde, como en La Gaitana [en SUba], que es donde estoy representando víctimas, me he dado cuenta de que, por ejemplo, en el caso de Julieth Ramírez Meza la justicia penal militar ha estado haciendo diligencias porque ha estado ubicando a los familiares.

Me he dado cuenta que en el caso de Julieth Ramírez Mena la justicia penal militar ha estado haciendo diligencias, porque ha estado ubicando a los familiares.

Nosotros no queremos que en estos casos vaya a pasar lo que pasó con el de Dilan Cruz*: que terminen en la Justicia Penal Militar. 

Es una decisión política, no judicial. Se requiere que, así como en el caso de Javier Ordóñez, todos estos casos se lleven por la justicia ordinaria.

No queremos que la Policía se auto investigue, ni penal ni disciplinariamente. La acción penal es para determinar si hubo un homicidio y pagar con la cárcel y la acción disciplinaria es para que los destituyan de sus cargos, porque los funcionarios públicos que violan los derechos humanos no pueden continuar en las entidades como la Policía.

*CAI: Comando de Acción Inmediata.
*SIJIN: Seccionales de Investigación Criminal.
*Dilan Cruz: Estudiante de bachillerato de 18 años que murió asesinado por la Policía Nacional el 25 de noviembre de 2019, durante una de las manifestaciones del Paro Nacional. Desde agosto de este año su caso está siendo llevado por la Justicia Penal Militar.

Técnica y tratamiento: Los monólogos de esta historia fueron construidos a través de entrevistas telefónicas y presenciales. Los testimonios brindados por los familiares, testigos y profesionales entrevistados recibieron un tratamiento de edición de estilo.
Fecha de las entrevistas: Jueves 17 (12:30 pm – 1:30 pm) y (6:00 – 6:15pm)
Lugar de las entrevistas: Barrio Ciudad Verde, Soacha. Telefónicas.
Autora: Diana Salinas (@DianaSalinasP)

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