444252

Punto 3, parte 1: «Deyanira, antecedentes, médica, esposa, partícipe del montaje y beneficiaria de asilo»

(23/07/2024)

Expresidente, ¿en qué pensaba cuando reveló el lugar de asilo de la señora Deyanira Gómez? Usted no debería poner en peligro a una víctima reconocida en el juicio que se lleva en su contra.

[1]

«Deyanira, antecedentes, médica, esposa, partícipe del montaje y beneficiaria de asilo». Le recomiendo que exponga menos a una persona protegida y víctima reconocida en el juicio que se lleva en su contra. ¿Esto qué significa? Que cualquier cosa que diga será un motivo para extremar medidas de seguridad a favor de ella, porque la condición de víctima de la señora Deyanira Gómez Sarmiento está ligada a usted. Sí, doctor. Ella sostuvo ante la justicia que su vida corrió peligro a partir del encuentro que tuvo con su abogado, Diego Cadena, en un Dunkin Donuts del centro. Así consta en los documentos. En definitiva, esa frase fue un tiro en el pie. Piénselo. No está demostrado que exista un montaje por parte de todos los entes judiciales en su contra; en cambio, el siguiente dato sí lo está, doctor: Deyanira Gómez es una víctima exiliada porque su vida corría peligro a raíz de los hechos que lo involucran, expresidente. Le sugiero apegarse —una vez más— a las decisiones judiciales. Si las sigue negando o ignorando, usted me va a disculpar, lo único que va a lograr es quedar como un fabricante de noticias falsas, como mínimo. ¿Está yendo al psicólogo? A lo mejor ir a terapia o alguna estrategia de respiración le ayude a verificar la información antes de publicarla en sus redes sociales. 

«Solicito me informe si existe algún proceso penal que curse en mi contra ya sea en indagación preliminar, investigación previa, investigación o en instrucción ya sea por la posible comisión de algún delito o ya sea por extinción de dominio de bienes a mi nombre».

[2]

«La médica Deyanira es mencionada como integrante de la Farc, esto por parte de Inteligencia Militar por relatos periodísticos obtenidos de pobladores de su municipio en Cundinamarca». Lo anterior está mencionado en el artículo de la periodista Salud Hernández, de la revista Semana. No le diré nada, pero sería bueno nombrar la fuente precisa y directa para que no se endilgue información que no es suya.

No obstante, el 24 de septiembre de 2020, a partir de esa publicación de la periodista Hernández, la señora Deyanira Gómez se vio en la obligación de pedirle a la Fiscalía si había algún proceso en curso en contra de ella. «Solicito me informe si existe algún proceso penal que curse en mi contra ya sea en indagación preliminar, investigación previa, investigación o en instrucción ya sea por la posible comisión de algún delito o ya sea por extinción de dominio de bienes a mi nombre». En un párrafo aparte le escribió al exfiscal Francisco Barbosa: «Mi petición está fundamentada en las informaciones erradas que dieron a conocer las periodistas Salud Hernández y Vicky Dávila en el medio de comunicación Semana.com».

«Revisado el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) y el Sistema de Información Judicial de la Fiscalía (Sijuf), no se encontró […] vinculada como indiciada, imputada, ni acusada a ningún proceso».

La Fiscalía le respondió a la señora Gómez el 2 de octubre de 2020, que una vez «revisado el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) y el Sistema de Información Judicial de la Fiscalía (Sijuf), no se encontró […] vinculada como indiciada, imputada, ni acusada a ningún proceso». Tampoco a un proceso de Extinción del Derecho de Dominio. Le dejo, doctor Uribe, esta información verificada para que, de alguna manera, la tenga en cuenta. 

[3]

Cuando escribió: «Allí —en la cárcel— conoció y se convirtió en esposa del recluso Monsalve, contribuyó a ingresar los dos relojes grabadora, que nunca entregaron a la Justicia», doctor, ¿a qué se refiere con «nunca entregaron a la Justicia»? Se lo pregunto porque si leyera el proceso 52.240 de la Corte Suprema se daría cuenta de que las grabaciones de los dos relojes espía fueron analizadas por la Corte. No entendí qué quiso decir con esta frase.

[4]

Luego, «Esa trampa es otro indicativo del montaje». ¿Cuál trampa, doctor? ¿La de los relojes? Ay, expresidente, esta Correctora de Datos empieza a cansarse y apenas voy por el punto tres, de veintiuno que debo revisar. Por favor, léame: las pruebas de ambos relojes están analizadas, no han sido desestimadas y serán tomadas en el juicio. Con esa frase no creo que logre mayor cosa en la justicia. Se desgasta usted y me desgasta a mí.

Me vi en la necesidad de buscarla y me pasó la carta de terminación de contrato el 2 de mayo de 2018 y consta, doctor, que fue «de manera unilateral y sin justa causa».

[5]

En la frase: «La echaron de un trabajo y dijo que era por influencia mía. Los empleadores, a quienes no conozco, en comunicado público, explicaron que el despido fue por desempeño laboral». Doctor, mejor defiéndase del juicio. Le digo por qué: la señora Deyanira Gómez tiene pruebas de que su despido fue sin justa causa. Me vi en la necesidad de buscarla y me pasó la carta de terminación de contrato que data del 2 de mayo de 2018 y consta, doctor, que fue «de manera unilateral y sin justa causa». La señora Deyanira Gómez nunca entendió por qué fue echada de su trabajo si no había quejas en contra de ella y que sucediera justo después de la reunión que sostuvo con su abogado Diego Cadena, en fin.

Lo que resulta más dramático en esta verificación es que en esa misma misiva, la gerencia y Coomeva le agradecen por los servicios prestados: «En nombre de Coomeva Medicina Prepagada S.A. y el mío propio, reciba nuestros más sinceros agradecimientos por los servicios prestados durante el tiempo que permaneció en la Empresa». La señora Deyanira Gómez volvió a pedir una carta a Coomeva debido a otros pronunciamientos que usted, doctor Uribe, hizo al respecto. La empresa prestadora de servicios de salud para la que trabajó hasta el 2 de mayo de 2018 le respondió el 31 de octubre de 2022 que nunca «se vio inmiscuida en ningún tipo de investigación disciplinaria» y le repitió que fue sin justa causa.

En definitiva, doctor Uribe, en la carta emitida nunca dice que fue por desempeño laboral. ¿Y sabe qué es lo peor? Esas llamadas entre el abogado Diego Cadena y usted en las que hablaron sobre Deyanira Gómez, porque ahí usted le preguntó dónde trabajaba ella. A estas alturas, sería necio interpelarlo: ¿para qué, doctor?, ¿para qué tenía que hacer esa pregunta?, ¿en qué cambiaba eso las cosas? En fin, como dicen por ahí «a lo hecho, pecho». Esa llamada interceptada está en poder del expediente que tiene el juicio. Lo peor de todo es que fue previa al despido de la doctora Deyanira, señor expresidente, y usted lo sabe.

Ser impreciso también es una elección y esa parece ser su estrategia. Esta Correctora de Datos no termina de entender por qué.

Publicada a las 05:00 pm