Cuestión Pública revela en exclusiva pruebas inéditas en el caso de Uribe por soborno de testigos

(20/02/2023)

Por: Diana Salinas

Tenemos las pruebas que desmienten a la Fiscalía. Juan Guillermo Monsalve, alias ‘Guacharaco’ figura en la nómina paramilitar de las ACCU. Mostramos, en vivo, documentos que lo prueban y que la Fiscalía de Francisco Barbosa pasa por alto. #CasoUribe. 

Parece extraño que la Fiscalía insista en su teoría del caso en la que el testigo estrella, palabras más palabras menos, no lo es. Me refiero a Juan Guillermo Monsalve Pineda alias Guacharaco, el hijo del señor Oscar Monsalve, mayordomo de la hacienda Guacharacas

Éste dijo que la cuna del Bloque Metro de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, ACCU, fue la hacienda Guacharacas. ¡Y por ahí se desató Troya! Hacienda que fue cuna y propiedad de los campesinos Uribe Vélez por esos mismos años. Y digo que me parece extraña la teoría del caso de la Fiscalía porque en Cuestión Pública tenemos documentos inéditos que probarían que Juan Guillermo Monsalve, alias Guacharaco, sí perteneció a la nómina del Bloque Metro. Pruebas que provienen de otros radicados de… la Fiscalía General de la Nación. 

Permítanme explicarlo de manera breve y concisa.  En lo fundamental, la Fiscalía asegura que Monsalve Pineda es un mentiroso, ergo que nunca fue paramilitar. Que toooodo este embrollo que llevó a la Corte Suprema a imputar al pobre expresidente, privarlo de la libertad y hacerlo “renunciar” al Congreso no es más que un embuste del hijo del mayordomo de la hacienda Guacharacas con el fin de que —a éste— lo cambien de cárcel, de celda… Para que le den un trato privilegiado mientras cumple una condena de cuarenta años en La Picota, por secuestro extorsivo. 

Raro, raro. Porque adivinen qué encontramos en Cuestión Pública, como siempre rebujando por aquí y por allá… 

Encontramos que Guacharaco figura en los recibos del Bloque Metro, revueltos en la contabilidad de las ACCU incautadas por alláaaaa en 1998. Ustedes dirán: ¿tenían factura? Formato M-i-n-e-r-v-a de “Nómina para pago de sueldos”, por $250 mil pesos, queridas y queridos espectadores. El recibo tiene una marca de fax, cuya fecha es del 13 de marzo de 1998. El formato está diligenciado a mano. Que el documento es del bloque Metro lo prueba que Guacharaco integra la lista de nómina de pago con alias Panadero, quien fuera César de Jesús Gómez, tercero al mando del Bloque Metro, abatido por el Ejército en 2003, según El Tiempo.

Además, que Juan Guillermo Monsalve fuera alias Guacharaco está documentado en el proceso de la Corte Suprema de Justicia a través del testimonio de Pablo Hernán Sierra, también exintegrante del bloque Metro. Una infidencia: Sierra fue denunciado por injuria y calumnia por el ex presidente Uribe Vélez para desestimar entre muchas cosas, la validez del alias de Monsalve. Pero, éste perdió en ese pulso y el testimonio de Sierra continúa siendo válido. 

Me parece que para 1998 la Fiscalía sí investigaba porque en mayo de ese mismo año pidió el listado que las Fuerzas Militares tenían de los grupos de delincuencia organizada en todo el país. En su respuesta, el Ejército discriminó por regiones y en Antioquia el primero en la lista es Carlos Castaño Gil, cabecilla principal y el último, Guacharaco. Otra prueba, cuya firma es la de Mario Montoya, quien fue Comandante del Ejército bajo el gobierno de Álvaro Uribe. En ese entonces, Montoya era el jefe de inteligencia.

Para completar, encontramos que hacia finales de 1998 varios fiscales le hicieron análisis a la contabilidad de las ACCU, contenida en 110 disquetes que les fueron incautados, y ahí también, figúrese señor Fiscal General, está el testigo estrella. Dicha contabilidad parece corresponderse con la factura que está manuscrita, pero incluiría —creemos— 1997 y 1998. Ya les cuento por qué.

La relación contable tiene por columnas de excel: sueldo, ahorro, noviembre, diciembre, ¡prima!, enero, febrero y marzo. Seguido hay una hoja que parece la condensación de las cuentas de una hacienda cuyo alias es “Doña Flor”. Creemos que allí en este cuadro, cuyo título dice Hacienda Doña Flor, se relacionan los pagos de nómina del bloque Metro.  Y sí, en un juego de analogías, la cuna del bloque Metro es, como dijo el testigo Monsalve, la hacienda Guacharacas… ¿Quién o qué vendría a ser la hacienda “Doña Flor”? Pienso, ¿no? Hilando fino… ¡¿Guacharacas?!  Incluso, hay un ‘JUAN MONSALVE’ en la contabilidad de los computadores de las ACCU, pero eso no lo puede afirmar Cuestión Pública porque no hay más información que ese nombre, “Juan Monsalve”. 

En esto llevamos, señor Fiscal General —haciendo cuentas alegres— 2012, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23 ¡casi 12 años! Por si no lo saben, este caso en particular, comenzó con una denuncia del expresidente Álvaro Uribe en contra del congresista Iván Cepeda ante la Corte Suprema en 2012, caso en el que el más alto tribunal de Colombia encontró que no era el señor Cepeda sino el señor Uribe el que —probablemente— estaba así, (¿así cómo?…) como queriendo comprar testigos que desmintieran a alias Guacharaco.

Monsalve le había sostenido al Congresista Cepeda que el Bloque Metro nació en una de las haciendas del expresidente, la que hemos venido nombrando: Guacharacas, algo que el congresista Cepeda replicó —por aquellos días del 2011 y 2012— en una columna de opinión de uno de los periódicos más grandes del país y en debates de control político en el Congreso. 

Pues bien, la Corte Suprema señaló la importancia del testigo Monsalve en 2018, incluso le dio medidas especiales de seguridad porque, así como otros testigos contra Uribe (es una casualidad, ¿qué hacemos?), su vida estaba en peligro. A Monsalve no solo lo intentaron matar en Cómbita, también buscaron envenenarlo.

Fue así como el caso dio la vuelta. Uribe quedó imputado por comprar falsos testigos (¡presuntamente!), éste renunció a su curul en el Congreso para asumir el caso con otro juez que no fuera la Corte Suprema (recuerden que son los jueces naturales de los congresistas). Por eso, desde aquella renuncia apoteósica del expresidente al Congreso pasó a ser judicializado vía Fiscalía. 

Bueno, pero ¿qué pasó con Iván Cepeda, el congresista? la Corte Suprema se declaró inhibida. 

Con todo el acervo probatorio de Juan Guillermo Monsalve alias Guacharaco, la Fiscalía insiste que no, que Monsalve miente. Que no es paramilitar —ni lo fue— de las ACCU. 

Desde ese momento hasta ahora, los abogados del expresidente Uribe (sí, incluido Diego “el aboganster” Cadena) han robustecido el expediente con testimonios de paramilitares que incluyen al mayordomo, padre de Monsalve y a un hermano. Este último aseguró el año pasado que Guacharaco no era paramilitar sino que se disfrazaba con uniformes que el Ejército dejaba en la hacienda, por ser cuna, pero de militares (m-i-l-i-t-a-r-es-) en tierras de la Marquesa de Yolombó, obra de nuestro querido Tomás Carrasquilla. 

En fin, que me voy del tema… Retomo. Lo raro de su teoría del caso es que para buscar cerrarlo de una vez por todas, la entidad recurra a decir que Monsalve no fue paramilitar de las ACCU. Como ustedes podrán comprobar, Monsalve alias Guacharaco recibió pago, nómina y hasta prima por parte de las ACCU… Pruebas que están desde 1998 en oficinas de la Fiscalía. 

Bien dice el dicho que en casa de herrero hay cuchillo de palo. Un buen punto de partida para investigar esa teoría del caso en el que sostienen que Monsalve no fue paramilitar de las ACCU hubiera sido revisar su propio archivo. De haberlo hecho, se habrían dado cuenta que resulta imposible tapar el sol con un dedo.

Ñapa sountrack: Las facturas están en el radicado 34.986, mejor conocido como Parqueadero Padilla y se las proporcionamos al abogado Miguel Ángel del Río para que pudiera usarlas en este caso.