amenazas
La posesión no se demuestra con papeles
Motorizados y panfletos los amenazan con “balín y candela” si no se van. La empresa mencionada en el caso dice que La Guajira es un “lugar que estuvo rezagado del sector funerario debido a las tradiciones (...) y rituales (...) wayúu”.
Masacre de Samaniego: la confesión de Sebastián Acosta. Versión Completa
(2/11/2020)
Todo arrancó pasadas las 9:20 de la noche, contaron los sobrevivientes. Según Sebastián Acosta, el joven que confesó a la Fiscalía haber sido uno...
Masacre de Samaniego: la confesión de Sebastián Acosta. Versión Ilustrada
Todo arrancó pasadas las 9:20 de la noche, contaron los sobrevivientes. Según Sebastián Acosta, el joven que confesó a la Fiscalía haber sido uno de los asesinos partícipes en la masacre de Samaniego, venían por la vía Túquerres y se perdieron al intentar llegar a una pequeña casa en la Vereda Santa Catalina. En el lugar había cerca de 30 personas jóvenes reunidas festejando un cumpleaños que había arrancado el miércoles y se había prolongado hasta el sábado 15 de agosto, día de la masacre.
Amenazan a veedores por denuncias de corrupción en Caquetá
El control ciudadano frente a posibles sobrecostos oficiales en el municipio de Puerto Rico ha traído amenazas y exilio para quienes se atreven a hablar. La antigua violencia de los grupos armados fue sustituida por esta nueva forma de intimidación.
Tres monólogos sobre perder a un hermano, la impotencia de no poder hacer más...
Andrés Felipe, de 23 años, iba camino a casa cuando se encontró con la manifestación contra el abuso policial en el barrio Verbenal, Usaquén. Testigos y amigos aseguran que Andrés Felipe recibió un impacto de bala (en el lado derecho del tórax) que le cobró la vida en la madrugada del 10 de septiembre. (Click al título para seguir leyendo)
Tres monólogos acerca de cómo murió un joven en plena protesta
Jaider Fonseca, de 17 años, fue impactado por cuatro balas mientras sostenía una puerta de madera para resguardarse de las balas de salva que hasta pasadas las 9:00 p.m. había disparado la Policía en el barrio Verbenal, Usaquén. Para sus familiares hay un agravante en su muerte: Jaider había sido previamente torturado, amenazado y hostigado por los policías del CAI* Verbenal, en varias ocasiones.