(29/06/2021)

El apartamento que Cabal le vendió a un representante del Cartel de Cali

En 1992, María Fernanda Cabal le vendió un apartamento y un garaje en Cali a Rodrigo José Sarasti Guerrero, quien gerenció dos empresas fachadas de los líderes del Cartel de Cali, Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, según el Departamento del Tesoro de EE. UU. Un año antes del negocio, Sarasti ya era accionista de la empresa Obursátiles SA, que entre 2003 y 2011 fue incluida en la Lista Clinton, designada como una “entidad traficante de estupefacientes”. Sarasti entró a esa lista el mismo año que Obursátiles, pero fue retirado en 2009.

Por: El Escarbabajo y Sabemos Lo Que hiciste

Avanzaban los convulsos años noventa, una década inmersa en la expansión del narcotráfico. Dos años antes del negocio inmobiliario, el 28 de septiembre de 1990, una joven Cabal de 24 años le compró a su hermana Ana María un apartamento de 131 metros cuadrados al oeste de Cali por $6 millones. Esto en aquella época no era una suma despreciable: es como tener $65.161.158 a 2021, ajustando el precio a la inflación de estos 29 años. Por esta época Cabal se graduaría como politóloga de Los Andes. 

El apartamento quedaba en el primer piso de Las Piedras, un edificio de fachada beige con grandes ventanales y una portería reducida por un amplio portón de metal color bronce, rodeado de árboles. El conjunto está construido en el barrio Santa Teresita, a una cuadra del mermado río Cali.

María Fernanda Cabal fue su dueña hasta unos meses antes de cumplir 26. Según las escrituras públicas de Cali, el 20 de febrero de 1992, le vendió la propiedad a Rodrigo José Sarasti Guerrero por $20.000.000 (unos $217.203.860 a 2021, ajustando el precio a la inflación). Ese año, como los que le antecedían, venía cargado de una violencia maciza y recurrente, protagonizada entre otras cosas, por la guerra sin cuartel entre el Cartel del Cali y el de Medellín.

Las escrituras del apartamento fueron firmadas en la Notaría Sexta del Círculo de Cali por el propio Sarasti y Ana María Cabal Molina, por un poder que le concedió su hermana María Fernada para que la representara, según el documento al que pudo acceder Cuestión Pública. 

Para entonces, Cabal trabajaba como coordinadora nacional del programa Foros de interés ciudadano del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes, según la biografía que subió cuando era representante a la Cámara, y Sarasti incursionaba en negocios bursátiles. Sus actividades como representante de los Rodríguez Orejuela y gerente de al menos dos empresas fachada del Cartel, se conocerían, al menos públicamente, una década después. 

Sarasti fue propietario del apartamento de Las Piedras hasta el 21 de julio de 1994, fecha en que se lo vendió a dos señoras por los mismos $20.000.000 que se lo compró a Cabal dos años antes.

Sarasti: de accionista bursátil a representante de los Rodríguez Orejuela

El 17 de septiembre de 2003, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a Sarasti Guerrero en la lista de Narcotraficantes Especialmente Designados (SDNT por sus siglas en inglés), conocida como la Lista Clinton.

Esta oficina explicó que Sarasti era el gerente general y accionista de una empresa fachada del Cartel de Cali en Colombia y también era oficial de Kesman Overseas y Zaratan Corporation, compañías holding offshore con sede en las Islas Vírgenes Británicas, localizadas en ultramar, al este de Puerto Rico.

Sarasti Guerrero en la lista de Narcotraficantes Especialmente Designados (SDNT por sus siglas en inglés)

Según el documento publicado por el Departamento del Tesoro en 2003, Kesman Overseas y Zaratan Corporation son de «propiedad o están bajo el control de una persona que actúa en nombre o representación de Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela» y sirven como fachada para «sus actividades de tráfico de narcóticos y lavado de dinero».

En ese mismo reporte en el que fue incluido en la Lista Clinton, el Departamento del Tesoro relacionó a Zaratan Corporation con dos direcciones en Cali: en la Calle 7 oeste No. 1-13 y en la Avenida 4 Norte No. 4N-30.

Mencionamos ambas ubicaciones por dos razones: una, porque el apartamento que le compró Sarasti a Cabal queda a cuatro cuadras de la primera dirección, a cinco minutos caminando, según el mapa de Google. Dos, porque la segunda coincide con una de las sedes de Operaciones Bursátiles, Obursátiles SA, compañía a la que estuvo vinculado Sarasti y que también fue incluida en la Lista Clinton. Pero esto lo explicaremos a detalle más adelante.

Sigamos con Sarasti. La OFAC, (por su sigla en inglés) lo retiró a él y a otros colombianos de la lista, el 30 de octubre de 2009.

Al menos entre 2005 y 2007, cuando María Fernanda Cabal fue directora de Asuntos Internacionales de la Fiscalía colombiana, no hubo una declaración pública en la que hubiera reconocido de manera abierta que tuvo un negocio con este personaje. Hay que recordar que en marzo de 2007, Cabal renunció a la Fiscalía, según le dijo ella a El Tiempo. Esto en medio de un escándalo por una posible filtración de información privilegiada a narcotraficantes por parte de alguien de la oficina de Asuntos Internacionales de la entidad, de acuerdo con el diario.

Sarasti: todos los caminos conducen al Cartel de Cali

Tres años antes de su negocio con Cabal, en 1989, Sarasti ya integraba junto a Francisco Javier y Andrés Hernández Bohmer, la junta directiva de la Obursátiles SA, una compañía dedicada a actividades bursátiles, registrada en Cali. Cuestión Pública tiene registros de que en 1991, meses antes de que cerrara el negocio inmobiliario con Cabal, Sarasti ya era accionista de esta compañía. También estuvo en la junta directiva de esa compañía en 2001 y como representante legal la disolvió en 2003. Ese 2003 Obursátiles fue incluida en la Lista Clinton por el Departamento del Tesoro quien la designó como “una entidad traficante de estupefacientes(…) que hacía parte de los negocios de los 39 fachadas del Cartel de Cali”. En 2011 fue removida.

Sarasti compartió la empresa de la Lista Clinton con los Hernández Bohmer. A pesar de esto, el 19 de enero de 2007, el Gobierno de Álvaro Uribe, designó a Andrés Hernández Bohmer como agente especial por la Superintendencia de la Economía Solidaria para intervenir a Copservir, dueña de la cadena Drogas La Rebaja, creada por los narcotraficantes Rodríguez Orejuela.

Cuatro años después de gestionar la intervención de Drogas la Rebaja, propiedad de los Rodríguez Orejuela, Hernández Bohmer fue designado por el DNE como depositario provisional de los bienes en extinción de dominio del Clan Nasser Arana, narcotraficantes de Barranquilla, a través de la empresa Promocon S.A. en Liquidación, según registros en la Cámara de Comercio de esa ciudad.

Esto se dio luego de que Camilo Bula, el primer liquidador de Promocon SA, estuviera inmerso en una estructura en la que funcionarios de la DNE negociaban los bienes incautados para después venderlos por debajo de los avalúos oficiales, según reportó Noticias Uno.

Empresario de pura cepa

Un año antes de ser incluido en la Lista Clinton, el 19 de abril de 2002, constituyó en Cali la empresa Sarasti & Compañía S en C, que en un principio se dedicó, entre otras cosas, a inversiones en los ramos financieros y económicos, según la Cámara de Comercio de esa ciudad. Según un informe general de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), a corte del 31 de marzo de 2007, la BVC tenía 94 accionistas, dentro de los cuales figuraba de número 13 Sarasti & Compañía S en C con un 2,35% de participación.

De acuerdo con el acta No 1 del 26 de noviembre de 2003, Sarasti renunció a ser socio gestor de Sarasti & Compañía S en C y a su representación legal. Recordemos que en ese año fue incluido por la OFAC en la Lista Clinton. En su lugar fue nombrada María Claudia Sarasti Guerrero, pero dos de los hijos de Sarasti, según esa acta, seguían en la compañía,  representados por Carlos Alberto Sarasti G.

Un año después de ser removido, en junio de 2010, Rodrigo José Sarasti fue nombrado presidente de Sarasti & Compañia S en C. y modificó su razón social a Sarasti & CIA SAS, cuya actividad principal es el alojamiento en hoteles y el cultivo de caña de azúcar. Ese 2010 la empresa registró unos activos totales por $15.515.250.305.

La contabilidad de la empresa siguió prosperando. A 2020 la compañía registró unos activos totales por $24.070.346.985, según la Cámara de Comercio de Cali.

El empresario y la precandidata presidencial 

Con el tiempo, Rodrigo José Sarasti Guerrero logró desvincular su imagen a la de los Rodríguez Orejuela y el Cartel de Cali. En una entrevista del 13 de diciembre de 2018, el presentador de un medio de Cali lo introdujo como un empresario “con gran visión comercial y un hombre con gran sentido social”. Ahora se dedica al cultivo de caña de azúcar y la hotelería, de acuerdo al objeto declarado de Sarasti & CIA SAS, de la que él es presidente. Esta empresa es dueña del Hotel Bogotá 100, ubicado en el exclusivo sector de la calle 100 aproximadamente con carrera 15, en la capital colombiana. Además, Sarasti dirigía el desfile de autos antiguos de la Feria de Cali, de acuerdo con la entrevista del 13 de diciembre de 2018. 

También en su hoja de vida consignó que fue miembro de la Misión del Mercado de Capitales del Gobierno Nacional. Cuestión Pública indagó en las dos únicas misiones que ha tenido el país (2019 y 1996) y corroboró con fuentes cercanas al sector bursátil que su nombre no figura ni en los documentos oficiales de las dos misiones, ni en los decretos emitidos por cada comisión.

Este medio sí pudo constatar que en 1996 fue comisionista de la Bolsa de Valores de Occidente como representante legal de Obursátiles SA y en 2001, dos años antes de ingresar a la Lista Clinton, fue integrante principal del consejo directivo de la Bolsa de Valores de Colombia, de acuerdo con registros en la Cámara de Comercio de Cali y de Bogotá.

Cabal, por su parte, no se ha referido públicamente a esta transacción inmobiliaria con quien fue representante del crimen organizado de Cali.

Este negocio sería una de las preguntas más importantes a tratar en futuros debates con la precandidata presidencial del Centro Democrático Cabal, cuyos pronunciamientos habituales y polémicos sobre algunos temas de la cotidianidad nacional contrastan con el silencio que ha aplicado a este.

Actualización con la respuesta de Sarasti

El 7 de octubre de 2021, el señor Sarasti Guerrero le allegó a este medio, una carta en la que señaló que “nunca ha sido representante del Cartel de Cali” y que “ni siquiera conoce a esos señores (los Rodríguez Orejuela)”. 

En contra de lo que dijo en 2003 el Dpto. del Tesoro de EE. UU., Sarasti aseguró que su inclusión en la lista Clinton no fue por tener relación con este Cartel. Dijo que en agosto del 2001, Obursatiles S.A. “toma en arriendo una casa de cambio llamada Internacional de Divisas”. Aseguró que ambas cumplieron con los requisitos legales en Colombia. Según él, Internacional de Divisas fue incluida en la Lista porque “una de las socias llamada Claudia Patricia Sanclemente Bedoya (12% de participación de la casa de cambio)”, era cuñada de Humberto Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela.

Aseguró que una vez EE. UU., “observara que la casa de cambio ahora era controlada por OBURSATILES S. A, incluyen esta última y posteriormente mí (sic), Rodrigo José Sarasti Guerrero, tanto como a dos sociedades off shore de mi propiedad (Kesman Overseas y Zaratan Corporation) creadas por razones netamente de seguridad, ya que había sido objeto de amenazas por grupos insurgentes en Colombia”. Agregó que estas sociedades detentaban algunos de sus “ahorros en cuentas de los Estados Unidos”.

También allegó una carta fechada en 2009 en la que el Dpto. del Tesoro le notifica su remoción de la Lista Clinton. Según Sarasti, esa carta indica “la absoluta inocencia de todos los implicados en este asunto, demostrando que jamás tuve nexo de manera alguna con los Rodriguez Orejuela, que jamás fui representante o gerencie empresas de estos señores”. Según la sección Cómo presentar una petición de eliminación de una lista de sanciones de la OFAC, el Departamento del Tesoro en su página oficial establece que “algunos ejemplos de situaciones que pueden resultar en la exclusión de la lista incluyen: un cambio positivo en el comportamiento, la muerte de un SDN (narcotraficante designado), que la base para la designación ya no exista o que la designación se basó en una identidad errónea”.  

Así, la publicación oficial de exclusión de Sarasti por parte del Tesoro y la carta proveída por él a este medio no especifican el motivo por el cual fue retirado. Tampoco señalan que las causales iniciales por las que EE. UU. lo incluyó hayan sido falsas o que él haya sido declarado inocente, simplemente comprueban su salida de la lista. 

La misiva solo dice: “Por medio de esta carta le informo que, con efecto a partir de la fecha de esta comunicación, su cliente, Rodrigo Jose Sarasti Guerrero, ya no está señalado como un Traficante de Narcóticos acorde con la orden Ejecutiva 12978 de Octubre 21 de 1995. Adicionalmente, las compañías de sus clientes, Kesman Overseas y Zaratan Corporation, tampoco están señaladas como tales”.

Sarasti aseguró también que bajo su iniciativa, la Fiscalía colombiana habría iniciado una investigación sobre el caso que luego habría sido cerrada.

Conoce más sobre María Fernanda Cabal en la investigación de “Sabemos lo que hiciste la legislatura pasada” de Cuestión Pública.

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