viernes, abril 26, 2024

Suba

Un año después de la masacre del 9S

En solo seis investigaciones se ha identificado a los policías que presuntamente habrían disparado contra las víctimas. En otros tres casos, la Fiscalía no avanza. Hay familiares y abogados que aseguran estar bajo amenaza y seguimientos.

Seis monólogos relatan cómo el joven terminó herido de bala y tirado dos horas...

Cristian Hernández, de 26 años, murió entre las 9 y las 10 de la noche después de recibir un impacto de bala en la frente. Testigos aseguran que fue un tiro de gracia de un policía y su familia denuncia que no permitieron que fuera auxiliado. Si bien el joven domiciliario no era parte de las manifestaciones en contra del abuso policial convocadas el pasado 9 de septiembre, tuvo la mala fortuna de estar cerca al lugar de la manifestación: el CAI del barrio Verbenal, Usaquén. Mira la reconstrucción de lo que pasó esa noche aquí.

Cuatro monólogos sobre la muerte y una paradoja

Fredy, de 20 años, trabajaba como guardia de seguridad en un centro comercial de Suba. Un amigo, que le pidió que lo acompañara a recoger una chaqueta, asegura que de regreso hacia la casa Fredy fue impactado en el barrio Alcaparros, Suba, por una bala que lo mató. Testigos denuncian que agentes de la policía no permitieron que fuera auxiliado. (Click al título para seguir leyendo)

Monólogo de un padre que perdió a su hija

Julieth, de 18 años, caminaba con una amiga cerca al CAI del barrio Gaitana, Suba, cuando fue impactada por una bala en el pecho que le quitó la vida instantáneamente. Iba a cumplir 19 años el 25 de septiembre. (Click al título para seguir leyendo)

Cinco monólogos de una noche en la que todo ardió

La noche del 9S la policía reportó 26 protestas en diferentes puntos de Bogotá, producto del asesinato de Javier Ordóñez, quien fue torturado y golpeado hasta morir por agentes del CAI de Villa Luz en la madrugada de ese día.Todo se concentró en cuatro localidades: Engativá, Usaquén, Suba y Bosa. También en el Parkway y Soacha. Los relatos aquí reunidos narran la versión de hombres y mujeres testigos de cuando la ciudad ardió en protestas furiosas y violentas contra la Policía, que utilizó armas de fuego. El fragor de la noche acabó con la vida de 13 personas, dejó más de 50 civiles heridos y a 30 policías también lesionados, según su propio reporte. Unos 43 CAI de la ciudad fueron incendiados y averiados.

Dos monólogos sobre una estudiante que no pudo escapar de la muerte

Angie Baquero, 29 años, iba camino a la casa de una compañera de estudio. Entre las 8 y 9 de la noche se encontró en medio de un tiroteo en la intersección entre la calle 132 y la carrera 102a. Intentó correr para huir de los disparos presuntamente hechos por la Policía, sin embargo, una bala la alcanzó y murió en la mañana del 10 de septiembre.

Tres monólogos acerca de ver morir a un familiar a través de un video...

A Germán, 25 años, de chaqueta vinotinto y jeans claros, se le ve correr y escapar de los disparos en el que hasta ahora es el único registro de video que se ha hecho público en redes y que muestra cómo la Policía abrió fuego contra los manifestantes congregados frente al CAI* del barrio El Rincón, Suba. El video muestra que al sonar los disparos cunde el pánico y que, doce segundos después del estallido del primer disparo, Germán se encuentra expuesto en medio de la intersección entre la carrera 93C y la calle 128C. Falleció después de recibir dos impactos de bala.

La noche del 9S: voces de una masacre. Primera entrega

Después de la lista de los bienes incendiados, afectados, averiados de la Policía Nacional en el que hace un recuento de esa noche de protestas furiosas, el equipo de Cuestión Pública partió a reconstruir los hechos de lo que pareció una masacre. Fuimos tras las voces de los testigos de la muerte de cinco de los fallecidos, incluido Javier Ordóñez. 

La capital al borde del colapso hospitalario

Cuestión Pública puso bajo la lupa la estrategia de lucha de la Alcaldía de Bogotá contra la pandemia y los hallazgos hasta ahora no son alentadores; las asociaciones médicas reprueban las medidas; la mayoría de pacientes COVID muere sin pasar por una UCI y la pelota se la pasan entre las EPS y la Alcaldía. Mientras tanto, son las personas de bajos ingresos y los/las más viejos/jas quienes sufren las limitaciones de un sistema de salud que está al borde del colapso.