(13/09/2020)

Tres monólogos acerca de ver morir a un familiar a través de un video ciudadano en redes sociales

Para la reconstrucción de esta historia participaron las voces de Laura Valero, hermana; e Isabel Fajardo Pulido, abogada Fundación Lazos de Dignidad.

Mi  hermano, Germán Smyth Puentes Valero, fue herido de muerte por dos balas disparadas por miembros de la Policía cuando estaba frente al CAI de Rincón de Suba, en la noche del miércoles nueve de septiembre. Me enteré por medio de mi cuñada porque el video en redes sociales empezó a viralizarse y gracias a Dios llegó a un conocido. Se lo mostraron a mi cuñada y ella lo reconoció: “Sí, él es mi marido.”

Él tenía 25 años. Antes de que empezara la pandemia trabajaba con un arquitecto instalando mármol, trabajaba en construcción y era el encargado de finalizar las obras. Cuando empezó la pandemia perdió ese trabajo y logró conseguir otro como domiciliario en un local de comidas rápidas y estaba trabajando en el momento como domiciliario llevando comida en la moto de él. Pasaba el tiempo libre con su hijo de siete años. Su pareja se hizo una prueba de embarazo y parece que sí lo está.

Mi  hermano, Germán Smyth Puentes Valero, fue herido de muerte por dos balas disparadas por miembros de la Policía cuando estaba frente al CAI de Rincón de Suba

Por el video que circula en redes sociales nos dimos cuenta que él cayó hacia adelante, como si le hubieran disparado desde atrás pero no se alcanza a ver el momento en que es alcanzado por los proyectiles. Solo vimos que unos segundos antes él corre y luego alguien grita: ¡Le dieron, le dieron!

Último cuadro claro de Germán y presunta dirección de proveniencia de los proyectiles.

Último lugar aproximado en donde aparece Germán Puentes antes de ser alcanzado por las balas, según video conocido públicamente.

Ahí, en ese momento la cámara de quien está grabando gira y capta a mi hermano siendo arrastrado por alguien hacia el andén de la carnicería esquinera. Él muere ahí, en la cuadra al frente del CAI. Luego lo llevan alejan más del lugar como cubriéndolo de los disparos.

Nos fuimos para el Hospital de Suba. Allá me alteré. Les dije a los vigilantes que me dieran una información porque cualquiera que vea el video sabe que mi hermano iba mal. En ese momento comenzó a llegar mi familia y sinceramente le dijimos a un vigilante “o nos dan información o nos toca revolucionarnos.” Nos respondió que tocaba esperar y que la información la daban al otro día por la mañana. En lugar de colaborar, los guardias del hospital amenazaron con que iban a llamar al cuadrante de Policía. Él iba herido por la Policía y amenazaron con llamarlos. ¡Tras del hecho!

El 19 de agosto de 2019 se lo llevaron, lo esposaron y le pegaron hasta que le rompieron la cabeza y tuvieron que llevarlo al hospital. Los policías que le pegaron son del mismo CAI, los de El Rincón de Suba.

Ahí salió alguien a hablarnos a preguntarnos cómo podían identificarlo. Le dijimos los tatuajes que tenía. Pasó una hora y no bajaban.Ya desesperadamente nos tocó entrar al hospital a las malas y llamaron a la Policía y llegaron al menos 20 motos, cada una con los dos pasajeros. Sacaron a algunos. Hacia las once de la noche un policía buena gente nos dijo que en la morgue había dos cuerpos como N.N.* y que por favor alguna persona tenía que ingresar y quien ingresó fue mi cuñada. Ahí supimos que sí era mi hermano.

Mi hermano, además, ya había sido víctima de abuso policial por parte de la Policía del CAI que le disparó. El 19 de agosto de 2019 se lo llevaron, lo esposaron y le pegaron hasta que le rompieron la cabeza y tuvieron que llevarlo al hospital. Los policías que le pegaron son del mismo CAI, los de El Rincón de Suba. A él lo veían los policías y le decían: “¿Usted qué?, ¿otra vez?”

A las 7 de la mañana íbamos en un carro. La Policía nos paró y nos solicitó los documentos del vehículo y los agentes nos pidieron plata: dos millones de pesos. Manifestamos que no teníamos y que llamáramos a tránsito para que hicieran el procedimiento y los agentes se molestaron y nos condujeron al CAI de Suba Rincón donde un agente empujó a mi mamá. Me enfurecí, insulté al agente y me agredió, me rompió la cabeza con las esposas y me apretó las esposas. Me tiró al piso y me dio patadas. Como estaba botando mucha sangre llegaron otros dos agentes en una patrulla, me auxiliaron y me llevaron al hospital de Suba. 

*** 

De su caso [el de Germán] me preocupa el manejo que tuvieron de la trazabilidad del cuerpo. Es un agravante: pueden desaparecer elementos materiales importantes de la investigación. Así mismo nosotros como defensa [en la Fundación Lazos de Libertad] esperamos que el tratamiento jurídico que se le dé al caso sea conforme a derecho, es decir, que sea de conocimiento de la justicia ordinaria, no de la penal militar pues esta última no podrá conocer sobre graves violaciones a los derechos humanos.

Sobre el caso es importante decir que la brutalidad policial, el uso desmedido y desproporcionado de la fuerza no son situaciones aisladas ni ajenas. Constituyen una acción sistemática y reiterada que lamentablemente ha concluido a la muerte de muchos ciudadanos como Germán. 

*CAI: Comando de Acción Inmediata

*NN: Sin Nombre

Técnica y tratamiento: Los monólogos de esta historia fueron construidos a través de entrevistas. Los testimonios brindados por los familiares, testigos y profesionales entrevistados recibieron un tratamiento de edición de estilo y se agregaron algunos datos de contexto.
Fecha de las entrevistas: Jueves 10 (2 p.m.) Viernes 11 (2:40 p.m.) Sábado 12 (10:30 a.m.)
Lugar de las entrevistas: Medicina Legal sede principal, vía telefónica.
Autor: Diana Salinas (@DianaSalinasP)

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