

Pedro, Mireya y Rosa* son campesinos y han hecho sus vidas en el Valle del Guamuez, un municipio de Putumayo donde la pobreza y la violencia conviven con la coca que llena sus campos. La región también es una zona petrolera, pero esa riqueza no se ve en el territorio. Cuestión Pública retrató la supervivencia en una tierra donde el Estado sólo aparece durante las operaciones de lucha contra las drogas.




Una húmeda mañana de julio de 2021, Pedro bajó desde su casa, trocha abajo, y para alejar a las plagas preparó la mezcla con la cual fumiga la media hectárea de coca que cultiva en su finca.


















La familia de Mireya estaba conformada por sus padres y tres hermanos. Ella era la menor. Solo sobrevivieron su mamá y ella. Contó que a su papá lo mataron las ‘paras’ porque lo acusaron de guerrillero. A uno de sus hermanos lo desaparecieron, a otro lo mataron accidentalmente por dispararle a un hombre que se encontraba con él. “El hombre terminó sobreviviendo y mi hermano murió”. Y al que tenía 23 años también lo asesinaron hace ocho. Sembraba coca.
“Esta es una tierra de valientes. Acá uno sobrevive”, dijo mientras iba a la cocina por limonada para aliviar el intenso calor.
Mireya se refregó los ojos para quitar las lágrimas y se despidió con una sonrisa desde la puerta. Debe velar por su hijo mayor y sus dos nietas, a quienes traslada en moto hasta la única escuelita que hay en la zona. Es mamá, papá y abuela al tiempo. Es todo para ellos.

*Cambiamos su nombre por motivos de seguridad
Andrea Rincón / Subeditora y periodista investigadora
Natalia Barriga / Periodista y coordinadora creativa
Gerald Bermúdez / Fotografías
Jeanneth Valdivieso / Edición, La Liga Contra el Silencio
Valentina Hoyos G / Montaje y Community Manager


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