Primer presidente de izquierda de Colombia: Gustavo Petro, una vida de lucha
(19/06/2022)
Tras décadas de asesinatos y torturas contra candidatos presidenciales y políticos de movimientos como el M-19 y la Unión Patriótica, por primera vez Colombia tiene un presidente de izquierda. Gustavo Petro, con 62 años, es el nuevo presidente electo de Colombia.
Las Cruces, barrio capitalino de tradición obrera, vio nacer la unión entre Gustavo Ramiro Petro y Clara Nubia Urrego Duarte. Ambos llegaron a la capital producto de las migraciones causadas por el periodo de La Violencia. De esa pareja nació Gustavo Francisco Petro Urrego el 19 de abril de 1960, en Ciénaga de Oro, Córdoba, según asegura el presidente, aunque hay versiones que dicen que fue en Zipaquirá, Cundinamarca.
Su infancia transcurrió en Bogotá, específicamente en las localidades de Fontibón, Santa Fe y Chapinero. Luego, durante su preadolescencia, se mudó a Zipaquirá por el trabajo de su padre, así lo afirma en su libro autobiográfico “Una vida, muchas vidas”. En este municipio sabanero se formó como un joven estudioso, apasionado por la lectura y los grupos de estudio.
Ingresó al Colegio Nacional San Juan Bautista La Salle, antes llamado Liceo Nacional, una institución con marcadas posturas franquistas y conservadoras, mismo centro de estudios de Gabriel García Márquez, a quien ha afirmado admirar. En su libro señaló: “allí adquirí mi vocación política”, refiriéndose a dicha escuela.
Con un padre laureanista y una madre que admiraba la labor de Jorge Elicér Gaitán, la vena política es parte de su herencia. “Para mí Gustavo Petro no político no existe. Es que mi papá siempre ha sido político, siempre ha estado metido en eso”, afirmó Andrea Petro, su segunda hija, en entrevista con Cuestión Pública.
La historia de uno de los hombres más relevantes en la historia política reciente del país también se escribió en la academia. Ha sido un apasionado por la literatura, las artes y las matemáticas, esto último marcó la elección de su carrera profesional. Estudió economía en la Universidad Externado de Colombia.
Ha pasado también por aulas de posgrado, tiene una especialización en administración de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) y en Desarrollo, Población y Medio Ambiente de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica. También inició un programa de doctorado en Nuevas Tendencias en Administración de Empresas en la Universidad de Salamanca, España.
El Eme y las amenazas
En los anaqueles del colegio donde estudió tuvo sus primeros encuentros con libros que exponían el pensamiento de izquierda y marxista. Pero fue hasta sus catorce años cuando tuvo su primer contacto con una militancia de izquierda por medio de estudiantes de Bogotá que llegaban a pueblos aledaños a formar vínculos de formación y fortalecer la izquierda juvenil.
Junto a sus compañeros de estudio del bachillerato formó un grupo llamado JG3 por las iniciales de los integrantes. En él reforzó su formación ideológica e intelectual y conoció autores como Michael Foucault. En un inicio, este movimiento nació como una preparación ante la posible revolución en Colombia que muchos veían con ilusión por los años setenta. “Teníamos claro que lo nuestro era impulsar la lucha por la revolución y meternos en los sindicatos”, dijo en su libro.
Después del grupo JG3, Petro formó la organización Intersindical y, a raíz de las juntas y el activismo obrero, fue contactado por militantes del M-19.
Corría el año 1978. Petro tenía 18 años y se vinculó al M-19. Petro señaló en su libro que el miedo lo invadió, pues “no era cualquier cosa. Era entrar a una cuestión armada”. Finalmente, se unió usando el seudónimo “Aureliano” inspirado en el coronel de ‘Cien años de soledad’.
Petro señaló en su autobiografía que antes de entrar en el M-19 su vida había sido tranquila y nunca había corrido riesgo. Eso pasaría a ser solo un recuerdo lejano en su vida, pues a lo largo de su vida política ha sido blanco constante de amenazas y objetivo de atentados.
“Para él es normal que le hagan un atentado o algo en su carrera política, pero para nosotros como hijos es muy difícil de aceptar”, señaló Andrea Petro. Continúo diciendo: “Para nosotros en normal estar bajo amenaza, lo raro es cuando no hay”.
Sus campañas a la presidencia se han visto marcadas por estos hechos. En 2018, fue víctima de un ataque con piedras y presuntos disparos mientras se dirigía a un evento público en el Parque Santander de Cúcuta. Su campaña actual también se vio empañada por las amenazas de muerte que se conocieron a inicios de mayo. A raíz de estas, Petro suspendió la gira que tenía planeada por el Eje Cafetero, por el plan de atentado que tenía la banda narcoparamilitar La Cordillera en su contra.
Su hija indicó que el momento más difícil que han afrontado como familia se dio hace aproximadamente quince años, cuando toda su familia tuvo que irse como refugiada política a Canadá, en pleno invierno.
La familia presidencial está conformada por Verónica Alcocer, sus hijas Sofía y Antonella. También por Nicolás Petro, hijo de Katia Burgos, y Andrea, hija de Mary Luz Herrán. Es decir, que Petro tiene tres hijas y un hijo.
Vida política
En 1981, ya como militante del M-19, inició su carrera política a los 21 años como personero de Zipaquirá por la Alianza Nacional Popular. Luego, fue concejal de Zipaquirá. Posteriormente, promovió el desarme del M-19 entre 1989 y 1990 de la mano de Carlos Pizarro.
Entre 1990 y 1991 fue asesor de la Gobernación de Cundinamarca. Hizo parte, junto con otros desmovilizados del proceso de paz, del partido político Alianza Democrática M-19, movimiento que logró un gran respaldo popular y que participó en la Asamblea Nacional Constituyente para la creación de la Constitución de 1991. Con el apoyo de este movimiento, Petro llegó a la Cámara de Representantes en 1991 por el departamento de Cundinamarca. Según La Silla Vacía, en 1994 fracasó en su intento de reelección y fue nombrado agregado diplomático en Bruselas por el gobierno de Ernesto Samper, ante las amenazas de muerte que había recibido.
En 1997, fue candidato de la Alianza Democrática M-19 a la Alcaldía de Bogotá, pero se quemó. Volvió al Congreso como representante a la Cámara con el Movimiento Vía Alterna en las legislativas de 1998. En 2002 obtuvo la votación más alta a la Cámara con casi 79 mil votos. Saltó al Senado en 2006 con el Polo y obtuvo 143 mil votos.
En 2009, ganó la consulta por el Polo Democrático para la precandidatura a la Presidencia, contra Carlos Gaviria. Quedó de cuarto en el escrutinio de la primera vuelta presidencial con un 9,16%, detrás de Germán Vargas Lleras de Cambio Radical. Pero este no fue su último intento.
A finales del 2010, se fue del Polo Democrático y fundó el movimiento ‘Progresistas’. Fue elegido como alcalde de Bogotá en 2011 con 721.308 votos. El 9 de diciembre de 2013, Alejandro Ordóñez, entonces procurador, lo inhabilitó y destituyó en primera instancia por su modelo de recolección de basuras en Bogotá. Fue alcalde de la capital entre 2012 y 2015.
En 2017 lanzó su candidatura presidencial por el movimiento Colombia Humana, y en marzo de 2018 ganó la consulta con 2.8 millones de votos. En la primera vuelta sacó 4.8 millones de votos. En segunda vuelta perdió con 8 millones de votos, frente a 10,3 que obtuvo Duque. Por ese segundo lugar llegó nuevamente al Senado.
En marzo de 2022 y con más de 4 millones de votos, Petro se convirtió en el candidato presidencial de su alianza de izquierda, Pacto Histórico, para las presidenciales de mayo. En primera vuelta obtuvo 8.5 millones de votos, con el 40 % del escrutinio.
Denuncias
Petro denunció el ‘cartel de la contratación’ en Bogotá, junto con Carlos Vicente de Roux y Carlos Fernando Galán. El escándalo implicó al entonces senador Iván Moreno y al entonces alcalde de Bogotá Samuel Moreno. 2009.
Otra investigación memorable de Petro fue cuando advirtió la complicidad estatal con el fenómeno paramilitar en su debate a la parapolítica en Antioquia en el Congreso, realizado el 17 de abril de 2007. Desde entonces relacionó al expresidente Álvaro Uribe por sus presuntos vínculos con el paramilitarismo.
Cuestionamientos
Voto por Alejandro Ordóñez
Gustavo Petro hizo parte del grupo de 81 senadores que en diciembre de 2008 eligió como procurador general a Alejandro Ordóñez. Esto generó críticas al entonces senador, pues las posturas conservadoras de Ordóñez iban en contravía de los ideales que Petro había promulgado a lo largo de su carrera política. Ante los cuestionamientos, dijo que su apoyo a Ordóñez fue con el fin de enfrentar a las mafias y la corrupción, y que su voto no había representado el triunfo de este, pues ya tenía mayoría asegurada. De manera paradójica, fue Ordóñez quien destituyó a Petro.
Su alcaldía y las basuras
Durante su alcaldía, Gustavo Petro fue criticado por implementar un nuevo sistema para el manejo de las basuras, negocio que le entregó a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de la capital, que no tenía experiencia en este servicio. El 14 de diciembre, se declaró alerta amarilla en la ciudad debido a que los camiones contratados para el nuevo sistema no llegaron a tiempo y se utilizaron volquetas para transportar los residuos. Durante tres días seguidos, el 18, 19 y 20 de diciembre, la capital colombiana sufrió una emergencia sanitaria y se vio colapsada por el exceso de desechos en sus calles, como lo informó La Silla Vacía. Tras una investigación disciplinaria por el mal manejo de las basuras, la Procuraduría decidió destituir a Petro por 15 años para ejercer cargos públicos. No obstante, por la vía jurídicay con presión popular, Petro logró su restitución a la alcaldía en 2014.
Otros casos que complicaron su paso por la alcaldía fueron los procesos contractuales de adquisición de motos para la Policía. También lo señalaron por no haber logrado la meta de construcción de cientos de colegios y jardínes durante su administración. Para agosto de 2014, Petro solo había entregado 10 de los 100 colegios que había prometido en su Plan de Desarrollo.
Pero su alcaldía también tuvo logros como la asignación de vehículos para los recicladores, quienes antes trabajaban en condiciones de poca dignidad para ellos y los animales con los que llevaban sus carretas. También muchos le celebran el mejoramiento de condiciones para habitantes de la calle, población en situación de drogadicción y trabajadoras sexuales. Asimismo, fue reconocido el proceso de fortalecimiento de los comedores comunitarios. Es decir, en su administración sobresalieron las políticas sociales, de derechos humanos y de disminución de la desigualdad.
Carlos Gutiérrez
El concuñado de Gustavo Petro, Carlos Gutiérrez Robayo, aportó $50 millones a la campaña de Petro al Senado en 2006, como contó Cuestión Pública. Además, personas vinculadas a empresas de Gutiérrez aportaron en total $63.920.000 a la campaña de Petro a la Alcaldía de Bogotá en 2011, según Cuentas Claras.
Gutiérrez estaría relacionado con el empresario Alex Saab, quien enfrenta desde prisión un juicio en Estados Unidos por lavado de dinero y financiación al terrorismo. De acuerdo con Reuters, Saab intentó tener negocios con Trenaco, compañía petrolera de Gutiérrez. En 2020, el portal InsightCrime dio a conocer que Carlos Gutiérrez hizo negocios con Guillermo León Acevedo Giraldo, alias Memo Fantasma, miembro del Cartel de Medellín y acusado de financiar el narcotráfico en Colombia.
Los Guanumen
Gustavo Petro ha sido cercano a la familia Guanumen por lo menos desde 2011. Ese año recibió aportes a su campaña por parte de Lida Guanumen. Su hermano, Hugo Guanumen integró la comisión que fue a Estados Unidos para ver los camiones de basura del esquema de residuos que propuso Petro. Otros tres hermanos Guanumen suscribieron contratos en la Alcaldía de Petro: Fanny Guanumen Pacheco, Yolima Guanumen y José Baldomero Guanumen, que sumaron más de $538 millones. Además, en su campaña 2022, uno de los asesores de Petro fue Sebastián Camilo Guanumen, sobrino de Lida. Sebastián Guanumen fue cuestionado por su estrategia política, luego de unas filtraciones reveladas por Revista Semana.
Petrovideos
La más reciente polémica en la trayectoria del líder de izquierda se dio por la filtración de los llamados “Petrovideos”, revelados el 8 de junio por la Revista Semana. Se trató de grabaciones de horas de reuniones estratégicas del equipo del Pacto Histórico con el fin de posicionar su campaña e ir socavando la credibilidad de sus contrincantes. El medio de comunicación que dio a conocer la filtración aseguró que los videos fueron entregados por una fuente anónima que pertenece a la alianza de izquierda.
El uso de frases como “amenaza electoral” o “dividir el centro” han hecho que la estrategia de campaña sea catalogada como “una guerra sucia” en el marco del tercer intento del líder de izquierda por llegar a la presidencia. En su caso, la tercera fue la vencida.
Su campaña también fue cuestionada por los apoyos de políticos tradicionales y con líos judiciales como Armando Benedetti, los grupos de la Ñoñomanía, entre otros, como contamos en este hilo de Twitter.
El sin sabor de su Alcaldía
Como publicamos en Sabemos lo que hiciste, por su paso por la Alcaldía de Bogotá, Petro fue sancionado por la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría de Bogotá y la Superintendencia de Industria y Comercio por la emergencia sanitaria ocasionada por el cambio en el esquema de basuras y por un presunto detrimento patrimonial al bajar las tarifas del Sistema Integrado de Transporte Público. Pero Petro salió prácticamente ileso a nivel político y legal de estos casos y por eso estaba habilitado para ser candidato presidencial. Pese a los escándalos, su popularidad no se afectó.
En particular, la destitución que le hizo Ordóñez, para muchos se pudo ver como una muerte política, pero para el cordobés fue un nuevo impulso de lucha y un punto de inflexión en su carrera política. Esto dejó en la memoria colectiva imágenes como Petro desde el balcón del Palacio de Lievano con una multitud respaldándolo en la Plaza de Bolívar ante la noticia de su destitución. Su hija, Sofía Petro, le dijo a Cuestión Pública que, aunque su padre ya había vivido de cerca el respaldo de la gente en algunas oportunidades, esa vez fue diferente porque surgió de manera espontánea. “La gente cuando siente una injusticia y se mueve, es una energía muy fuerte. Eso fue muy impresionante para mí”, dijo.
Después de una larga carrera política desde distintos cargos y tres intentos de llegar a la Casa de Nariño, hoy, a sus 62 años, el cordobés materializó el sueño y la lucha de su vida: ser presidente de la República de Colombia.
